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21/1/09

Cacho Castaña: "El sueño de mi vida era ser como Caniggia"


Ya llegaron? Estaba balconeando". Humberto Vicente Castagna humea entre el dedo mayor y el índice de la mano izquierda. Invita a asomarse desde el ventanal extra large de su suite en el Hotel Hermitage y la playa, de frente, se hace más Popular. Para las fotos, abraza esa guitarra criolla especial, con su nombre y un escudito de San Lorenzo, sutil, tatuados. Por la avenida, casi guionado, pasa un trencito de la alegría que brama un oportuno "ha vuelto el Matador, ha vuelto el Matador". Un hombre araña bien alimentado, extasiado, mueve las pompas colgado del furgón.

Cacho Castaña, celebrity en cuestión, amplía la sonrisa. Falta todavía un rato para que emigre rumbo al Teatro Mar del Plata, donde es la figura estelar del espectáculo Danza con Cobos, con Nito Artaza. Pero ahora lo convoca su muy amado Ciclón, su esencia bohemia, el sueño imperfecto del wing derecho que pudo ser. Y la tropa que lo prepara se resigna a escucharlo, en continuado, con toda la parafernalia en la mano.

-¿Cómo te hiciste hincha de San Lorenzo?

-Toda la familia es hincha de San Lorenzo. Esto es como ser cristiano. Mi viejo, mi vieja, mis hermanos, mis tíos. Me llevaron de chico a la cancha y me dejaron agarrado.

-Tirá tus primeras imágenes como hincha.

-Las primeras imágenes que tengo son con el yugoslavo Blazina de arquero, ¡mirá vos! Después Farro, Grecco, Omar Higinio García, Ruiz... Y después los Matadores...

-¿Qué clase de hincha sos? ¿Muy fanático?

-Antes era muy enfermo, ahora un poco menos porque voy menos a la cancha. Pero me enfermo en silencio, en casa. Lo seguía a todos lados. Era otra época, no había tanto bolonqui. Iba con una barrita cuerva del barrio.

-¿Debés ser de los muy chicaneros?

-Sí, mucho. Me mandan mails, mensajes de texto, unos hijos de puta, y yo los mando a la puta que lo parió. Me vuelven loco.

-¿Y eras bueno como jugador?

-Jugaba de siete y me decían el hijo del viento, jajaja. No, jugaba más o menos, toda la vida me gustó. Ahora no voy a jugar mucho. El que juega todos los días es Nito Artaza... Después empecé con el tenis que es más tranquilo. Pero sí, era ligerito, wing, tenía gol... No te digo que uuuuh, pero tenía. Una vez fui a San Lorenzo a probarme y me echaron a la mierda. No me dieron pelota. Jugué 15 minutos.

-¿Quién fue tu ídolo?

-Sacando a Diego, que es "el" ídolo, un montón. El Bambino Veira, la Oveja Telch...

-¿Con alguno de ellos entablaste una relación?

-Sí, con Victorio Cocco, con Facundo... Y con el Bambino somos amigos desde hace muchos años. Siempre nos encontramos, y si no vamos a cenar, salimos de farra. Nos divertimos mucho juntos.

-¿Cómo es salir con el Bambino?

-Nos cagamos de risa. Nos conocemos desde el 60 y pico. Y lo banco a muerte. Nos bancamos juntos, bah. Es un capo.

-Debés tener muchas anécdotas con él.

-Sí, pero que las cuente él, je... Yo no las puedo contar. El Bambi tiene eso, ¿viste? Las dibuja y zafa. Si contás la posta estamos al horno, jaja.

-Ustedes dos son de una época en la que había otros códigos.

-Sí, no sólo en el fútbol. En la sociedad también. Hasta en mi ambiente, no firmabas contrato, existía la palabra. Ahora hacés contrato, doble contrato, el IVA.

-¿En la noche también?

-Por ahí no es que se era más pícaro, si no es que ahora los jugadores son muy pendejos. Antes eran más mayores, criados de otra forma. Hoy, a los 14 o 15 años, los pibes te pasan por arriba. Antes, a esa edad, a los 14, 15, éramos unos boludos...

-También se cuidaban más de que los escracharan, ¿o no?

-Claro que antes se cuidaban más. Es algo que se puso de moda. A los pendejos los venden enseguida en 20 millones de euros... Y las pendejas salen del teatro, al aire por la tele: es una combinación perfecta. Antes no había botineras ni estaba Marcelo Tinelli, que muestra todos los culos que muestra, ni los jugadores salían 20 palos. Está todo abierto el abanico, es bravo, servite lo que quieras... Tienen mucha torta: por eso los enganchan. Se salvan para toda la cosecha. Antes se casoriaban e iban a pelear el mango. Compraban un departamentito o alquilaban. Pero ahora compran pisos en Libertador, le compran autos a las minas... Mucha guita. La guita no es la felicidad, pero es muy parecida...

-El perfil del Cuervo medio, ¿es el del bohemio, el atorrantón?

-Y, sí, claro. El Cuervo viene del curita Lorenzo Massa, y no le dimos la imagen al Padre, jeje. Debe estar a las puteadas si nos ve desde arriba. El Cuervo es especial, pero también muy apasionado. Y esa imagen de atorrante arranca en los 60, con los Carasucias, y después vinieron los Matadores. Con los muchachos salíamos, íbamos al teatro de revista. La única bandeja era ésa: las coristas, que eran unas minas impresionantes. La diferencia, como dije, es que había otra picardía. Ahora, con la guita, se le pegan como adornos.

-¿Qué jugador tiene tu espíritu dentro de una cancha?

-Y... mirá, Javier Zanetti, por lo que corre. O Mascherano... Y Caniggia, el sueño de mi vida era ser como él. Cambiaba todo por ser como Caniggia. Y por la guita que hizo también, jaja. Hubiera cambiado, ¡cómo que no!

-¿Cuál es tu filosofía futbolera?

-Van a decir que estoy loco, pero a mí Carlos Bilardo me gusta. Porque era tramposo, y en el fútbol si no tenés un poco de picardía... Y Bilardo es muy travieso. Con los alfileres, la del Gatoreit... Es un ídolo. Y en realidad es Cuervo. El vivía a una cuadra del Café la Humedad, jugábamos al billar. Jugaba bien. Siempre fue igual, cómico, con unas salidas impresionantes. Carlos es un poco mayor, y jugaba con otra barrita del café. Pero siempre fue divertido. Apenas pisaba el lugar te dabas cuenta de que había entrado.

-¿Cómo lo ves a San Lorenzo hoy?

-Yo lo veo bien. Estuvo conectado. Pienso que escarmentaron en esos partidos que nos caímos antes de llegar a las finales. No sé qué carajo pasó, ahí perdimos el torneo, teníamos el campeonato ganado, una cosa de locos, llevábamos ocho puntos... Boca era el que menos pintaba para campeón, no jodamos... Parece que hubiera habido un decreto. Ojo, no quiero decir que lo ganó por decreto, pero me rompe las pelotas. Le dieron algún penalcito..., pero eso siempre pasa.

-¿Qué jugador te gusta del plantel actual?

-Y, me gusta Gonzalo Bergessio. Es un fenómeno. Fuerte, con personalidad, peleador. Los delanteros, ahora no son así. Es duro. Me hace acordar a Kempes.

-¿Qué concepto tenés de Miguel Angel Russo?

-De entrada no le tenía fe. Pero levantó al equipo del bajón a mitad de torneo. Lo acomodó, y yo pensé que nos agarraba la diarrea y que no paraba más, hasta el final. Es importante.

-¿Cómo ves la colaboración de Marcelo Tinelli?

-Bien, todo lo que venga de él es bárbaro. Es un enfermo de San Lorenzo.

-¿Y vos no lo imitarías?

-Sí, claro, me han ofrecido varias cosas, como por ejemplo, meterme en Cultura del club. Y yo he dicho que sí, pero nunca se concretó. Me encantaría.

-Se viene otro año de Copa Libertadores, Cacho. ¿Otra ilusión?

-Vamos a ver, no quiero hablar más. Qué mala leche la Copa pasada...

-¿Cómo viviste el 2-2 con River, en el Monumental?

-Lo viví mal, qué te parece... Mal. Apagué el televisor, no podía más... Y me enteré cómo salimos porque prendía la radio y escuchaba de a pedacitos. Una locura.

-Casi tanto como cuando fue la barra a alentarte, el día que volviste al teatro, el año pasado...

-Fue espectacular. Yo no sabía que iban a venir al teatro. La verdad, me fui al carajo, no quería cantar, me quería ir con ellos. De vez en cuando hablo con ellos, por la relación con Hernán Caire.

-¿Cómo te cayeron todos los bolonquis en el final de la era Ramón Díaz?

-Qué se yo, no sabías qué campana escuchar. Que había quilombo con Ramón, que metía de prepo a los pibes... La verdad, no sé qué creer.

-Vos integrás compañías de teatro y tenés un grupo de músicos. ¿Es muy difícil llevar un conjunto, con tantas opiniones diferentes?

-Es difícil. Yo tengo siete músicos desde hace muchos años y nos llevamos muy bien. En otras épocas se hacía difícil. La idea es que aunque piensen distinto, no se peleen. Pero acá, en la Argentina, pensar distinto significa pelea... No hay democracia para nada. Acá, al que piensa distinto hay que borrarlo. Ya lo vemos en el gobierno, ¿no?

-¿Qué 2009 le espera a San Lorenzo?

-Lo que pasó en el último campeonato no me puede entrar en la cabeza... Encima Boca fue el campeón. Siempre tengo esperanzas y digo lo mismo: lo veo bien. Esta vez estoy seguro que sí se puede dar la Libertadores.

El hijo del Enzo juega en Estudiantes


La recesión global no esquivó al fútbol y el mercado de pases (salvo honrosas excepciones) arrancó bastante deprimido. Sin embargo, se puede decir que Estudiantes incorporó a Francescoli. Claro que la inversión aún no es grande ya que no fichó al legendario Príncipe sino a Marco, uno de sus hijos, que jugaba en el fútbol italiano como media punta o volante de ataque.

El asunto es que la familia de Enzo decidió que era mejor tener al pibe más cerca de casa. Por eso Marco, quien cumplirá 20 años el 12 de febrero y nació en París, dejó el Cagliari donde jugó desde el 2006; la temporada pasada disputó 14 partidos en la Primavera, una especie de reserva de Argentina, aunque con características propias.

Tratándose de un Francescoli, River aparecía como una opción cantada. Sin embargo, Enzo pensó primero en Argentinos (estaba Gorosito); tuvo un contacto con Cacho Borelli, pero después, cuando el cuerpo técnico se mudó a River, eligió otra chance: Estudiantes. Un club más tranquilo, de menos exposición mediática, buen presente deportivo en Primera y en Juveniles, con instalaciones de nivel europeo para el trabajo diario y en el que tuvo su pata riverplatense para el contacto: Leo Astrada y Hernán Díaz, hombres que supieron de dar vueltas olímpicas con el uruguayo. Por ellos, el Flaco obtuvo las mejores referencias y, tras una charla con el coordinador de juveniles, Marcelo Vivas, la definición le cerró en la última semana de diciembre. Fiel a su estilo de bajo perfil, Enzo estuvo en el country de City Bell. Como en la cancha 1, la de la entrada del golf, había un amistoso (suplentes contra Atlanta), le recomendaron el viejo acceso de la calle Alvear, para ir a la oficina de fútbol Amateur. Ahí se reunió con Marcelo Vivas para conocer el ámbito en el que se moverá Marco, quien está alojado en la concentración de juveniles que lleva el nombre del Ruso Edgardo Prátola.

La idea es que Marco-llega como amateur- trabaje con la Cuarta. Una parte del equipo fue reciente campeona de la mano de Luis Ceferino Suárez, quien este año dirigirá a la Reserva y podrá monitorear los progresos del pibe para llevarlo a algún preliminar. Por ahora no está definido quién será el DT de la categoría que signe la presentación de Marco.

Ayer, el pibe tuvo su primer entrenamiento con sus nuevos compañeros en los que, a primer trazo, se mostró veloz y con condiciones ambidiestras para rematar. Tímido, pero amable, se disculpó de no hacer declaraciones. "Recién estoy acomodándome", explicó. Ahora será el tiempo de esperar alguna práctica contra los mayores o el inicio del torneo de Juveniles para ver si se parece al viejo o forja su nuevo estilo.

20/1/09

Riquelme: "Pienso más en la Selección que en River"


Más o menos por estos días, hace un año y en este mismo lugar del mundo, Juan Román Riquelme informaba sus prioridades deportivas para el 2008 y, entre ellas, se anotaba en el primer lugar de la lista de Sergio Batista para los Juegos Olímpicos. Ahora, en el comienzo de este nuevo año, y en el mismo lugar, Román ya fijó nuevos desafíos. Y cosas tan importantes tiene por delante que hasta se da el lujo de ningunear al rival de toda la vida. Porque entre esos objetivos 09 no está el Superclásico del próximo sábado, en Mar del Plata, y sí otra vez un compromiso con el celeste y blanco que lleva la otra mitad de su corazón: "No sé si voy a jugar con River. Hoy pienso más en la Selección que en River, en entrenar para llegar de la mejor forma al Clausura y en estar con la Selección en el amistoso con Francia. En mi cabeza tengo más ese partido que el clásico", avisó el 10.

Y en eso anda Riquelme.Desde que llegó a Tandil, salvo el sábado, cuando amaneció con una leve molestia y no pudo participar de la práctica de fútbol de los titulares, el 10 no se perdió un entrenamiento y eso alimenta el sueño de los hinchas de tener otro Román pleno, como por ejemplo en el 2007, cuando el 10 condujo a Boca a la sexta Libertadores. No sólo trabajó las piernas sino también la relación con esos compañeros con los que el año pasado tuvo varios cortocircuitos. Por caso, ayer a la mañana, entre ejercicio y ejercicio, estuvo conversando brevemente con Martín Palermo e intercambiaron sonrisas.

Pero es lo físico lo que más ocupa a Román y lo que más le interesa a un hincha de Boca que ya comprobó que también se puede con un vestuario fragmentado: "Estoy trabajando fuerte en lo físico. Todavía no toqué la pelota. Pero eso no importa porque el ritmo futbolístico lo agarro rápido", contó Román, quien además reconoció que tiene un diálogo fluido con Diego Maradona y con Carlos Bilardo. Y, por las dudas, agregó: "Ischia me dijo que si Diego me llama, me va a dar permiso". Boca arranca el 8 de febrero el torneo, con Gimnasia de Jujuy y como la Selección jugará el 11 en París con Francia, y Diego ya avisó que lo convocará, el 10 se perderá la primera fecha del Clausura.

Por lo pronto, entonces, la idea de Román y del cuerpo técnico es que Riquelme haga la mejor pretemporada de su vida para aguantar otro año intenso entre Boca y la Selección Argentina. Incluso ayer una voz del cuerpo técnico decía: "Estaría bueno que no juegue contra River...". Pero, claro, tratándose de Riquelme hay que ver si de acá al sábado no le pica el bichito y aparece de titular.

Pavlovich y Paparatto se fueron a las manos en un amistoso


¿Amistoso? Nada de eso señores. Ya desde los primeros minutos de juego se raspó de lo lindo y eso, tal vez, fue lo que desencadenó la trifulca entre Norbeto Paparatto y Nicolás Pavlovich, quienes tuvieron que ser separados por varios de sus compañeros cuando disputaban un amistoso Tigre y Argentinos en el estadio de Kimberly de Mar del Plata.

Todo comenzó con un foul en ataque del Buitre (fuerte, pero sin mala intención) que el árbitro Federico Presa no dudó en cobrar. El juego continuó y a los pocos minutos cuando el de Argentinos fue por la pelota, Papa no dudó en ir a buscarlo con vehemencia. Inmediatamente, Pavlovich se levantó como para pegarle al defensor de Tigre y éste lo frenó con un golpe. Así, comenzaron a agredirse hasta que los demás jugadores se metieron a separarlos. Tarea nada sencilla pero que, finalmente, lograron. Los dos futbolistas se retiraron del campo de juego insultándose y salieron reemplazados (decisión que tomó Presa para que ambos equipos continuaran jugando once contra once) por Pablo Fontanello y Gabriel Pérez.

El saldo fue bravo para los dos: el Buitre subió al micro con hielo en el rostro y Papa con la mano vendada. Además del enojo, que habrá que ver si dura hasta el Clausura. Lo curioso es que tanto Argentinos como Tigre concentran en el Hotel 13 de julio y a veces comparten desayunos y comidas. Es decir, están conviviendo desde hace unos días y los jugadores se cruzan habitualmente en el hall. Así que ahora deberán tomar algunos recaudos y no podrán distraerse el resto de los compañeros ni la seguridad del hotel, no sea cosa que alguno de los dos tenga ganas de revancha y transformen algún salón del hotel en un ring.

Mauro Zárate y Germán Denis enojados con sus técnicos



Las polémicas del último domingo en el Calcio se generaron con dos argentinos, Mauro Zárate y Germán Denis, y en situaciones similares: al ser reemplazados. La prensa explotó los enojos, captados por la cámaras de TV. Las imágenes fueron repetidas varias veces.

El ex Vélez fue cambiado a los 32 minutos del segundo tiempo, por Foggia, cuando la Lazio igualaba 1-1 con la Juventus en el Olímpico (resultado final). Era el tercer partido seguido en que le tocaba salir, y se leyó en sus labios: "¡Siempre me toca a mí!". Se sentó en el banco, bebió agua y a los pocos segundos se le acercó el ex jugador lazial Igli Tare, actual nexo entre la directiva y el plantel. El albanés, de más de 100 kilos, le apuntó con el índice derecho sobre la cara y, muy agresivo, le recriminó a los gritos por su actitud.

Mauro se excusó de hablar porque la directiva no le permite al equipo declarar sin autorización de la oficina de prensa. Un allegado al jugador explicó: "Estaba caliente porque había jugado mal, sólo por eso. En el vestuario habló con Tare y con el técnico Rossi. Ya aclaró todo".

El DT declaró: "Zárate actuó así porque sabía que lo grababan. El debería estar contento en jugar 70 minutos porque hay gente que juega mucho menos. Yo tengo 30 futbolistas: once titulares, siete van al banco y los demás a la platea". ¿Habrá secuelas? Según le explicó a Olé el periodista Pietro Pinelli (Corriere della Sera), no habrá multa para Zárate, pero sí si repite esta actitud.

Guantazo. Denis salió a los 17' ST, por Zalayeta, en el Napoli, que igualaba 1-1 con el Chievo de Yepes (los veroneses ganaron 2-1). Al salir, se sacó un guante y lo arrojó, furioso, contra el banco. Reaccionó Pierpaolo Marino, director general de los napolitanos, quien anunció una multa económica para el Tanque. "Fue un gesto de rebeldía contra el técnico. Hay un reglamento interno del club que prevé la sanción".

El Tanque le dijo: "Hoy (ayer) ni siquiera tuvimos que practicar. Y no me dijeron nada, así que no creo que me multen, porque estas cosas antes de comentarlas con la prensa se tienen que hablar con el futbolista. Obviamente que no quería salir, tiré el guante hacia donde no había nadie, no contra el entrenador (Reja), a quien no le falté el respeto ni nada".

Lo bueno para ambos es que tienen espaldas para tolerar los incidentes. La Lazio ya se negó a negociar a Mauro (ocho goles y siete asistencias en la Serie A) con el Real Madrid. Germán aportó siete goles y junto a Hamsik es cannoniere del Azzurri.

19/1/09

Eduardo Domínguez: "En Estados Unidos el soccer no es popular"


El último año de Eduardo Domínguez da para hacer un reportaje variopinto, para agregarle estilos a la entrevista deportiva y mezclar tics de un Jesús Quintero, o un algo menos pretencioso Jaime Bayly, o quizás, varios peldaños abajo, un autóctono Gerardo Rozín. Más, hasta se podrían tocar temas de Intrusos en el Espectáculo. Pero la traba surge enseguida. El futbolista primero rechaza la nota porque "cualquier título que salga va a dar para hablar de cualquier cosa menos de fútbol". Claro, cuando la charla comienza y se relaciona específicamente con la pelota, es inevitable que aparezcan los nombres de algunas personalidades que han rozado los últimos tiempos del ahora jugador de Huracán. Desde su flamante hijo cuyo abuelo es Carlos Bianchi, su relación angelina con el ahora técnico Ruud Gullit, el hecho de compartir vestuario con David Beckham o arreglar contrato con Alexis Lalas, aquel defensor estilo country de USA 94.

Y el hombre contesta, sin ahondar demasiado, pero contesta.

-¿Te sorprendió volver tan pronto? Hace apenas seis meses te fuiste a Los Angeles Galaxy (USA).

-Me sorprendió porque me había ido con otras expectativas, a otro fútbol, con ganas de quedarme más tiempo. Pero se dieron así las cosas. Huracán me abrió las puertas nuevamente y estoy contento. Conozco al grupo, a los utileros, a los dirigentes, al club en definitiva. Estoy agradecido por esta nueva oportunidad.

-¿Qué te movilizó para irte a Estados Unidos?

-Conocer un fútbol y un país diferente. Vivir cosas nuevas, me pareció una buena oportunidad. Siempre supe que si había una posibilidad de vivir una experiencia novedosa en otro lugar lo iba a pensar seriamente. Además era Estados Unidos, un país que da para vivir, ¿no? Lo pensamos bien con mi mujer (NdeR: Brenda Bianchi, la hija de Carlos, con la que se casó en el 2008 y tuvo un hijo) y tomamos la decisión. De alguna manera, no fue positivo y volvimos antes de lo previsto. Pero igual fue una linda experiencia para vivirla. Y ahora tengo todas las pilas para enfrentar este año.

-¿Qué fue lo que no funcionó? ¿Lo futbolístico o la adaptación al país.?

-Cada uno lo puede tomar desde el punto de vista que quiera. Yo llegué porque me había visto el técnico, que en ese momento era Ruud Gullit (NdeR: el holandés es uno de los mejores jugadores de la historia, rival de Maradona en aquella disputa Norte-Sur en Italia) y a los dos partidos que jugamos, se fue. Vino un técnico americano (NdeR: Bruce Arena, el más exitoso del país) y no me puso más. Así, de una. Se ve que no le gustaba demasiado mi juego, no sé, habría que ver o preguntarle a él los motivos.

-¿Qué genera encontrarse con semejante figura, el Diablo Rasta Gullit?

-Uno no los conoce personalmente y sólo tiene una idea por lo que se habla en la prensa. Y después te das cuenta de que el trato diario es totalmente normal. Obviamente, pensás cómo vas a reaccionar si te cruzás en la vida con tal o cual personaje. Y afortunadamente el fútbol te hace conocer personas que nunca pensaste que ibas a conocer. Pero dentro del vestuario es uno más.

-¿Tuvismo un diálogo fluido con él?

-Al principio yo tenía un traductor. Gullit hablaba un español no del todo perfecto pero se le entendía muy bien. A mí me habló todo en nuestro idioma. El primer día me dijo lo que pretendía pero dos fechas después se fue. Y con él se fue casi mi experiencia en el equipo.

-¿Hacía referencias a los argentinos, o a Diego?

-Fuera de lo que fue trabajo, casi no hablé. Lo que sí, conocía mucho el fútbol argentino, estaba muy bien informado, se notaba. Y eso a veces sorprende.

-¿Y con el manager Alexis Lalas, qué onda?

-Me recibió muy bien, también hablaba español. Lo recordaba del Mundial de Estados Unidos 94, con pelo largo, con chiva. Tenía onda rockera pero ahora es la seriedad, el manager de un equipo estadounidense. Nada que ver con aquel look.

-En el vestuario debía haber algunos latinos. ¿Hablaban español?

-Todo inglés. Cuando llegué había un brasileño y un muchacho de Guatemala, Carlos Ruiz, de selección. Me acogió muy bien, habla inglés ya que está hace muchos años en la Liga. Me ayudó bastante.

-En el básquet a Los Angeles Lakers lo va a ver el jet set, la farándula de Holywood. Jack Nicholson, Leonardo Di Caprio, Andy García, Steven Spielberg, ¡¡Pamela Anderson!! ¿Al fútbol van?

-Ahí es el soccer. Y no es nada popular. En Estados Unidos arrancás con fútbol americano, básquet, béisbol, hockey sobre hielo, un montón de deportes entre los que el fútbol ni figura. El soccer para ellos no existe. No pueden entender que la gente gane plata con eso. Es cierto que hay un crecimiento de a poco, tratan de cambiar una mentalidad que ya está formada para ver deportes con otras ideas. Ellos quieren muchos tantos, muchos goles. No les entra en la cabeza que en el fútbol podamos terminar 0 a 0.

-Cero farándula...

-No, obviamente como estaba David Beckham en el equipo, no nos ignoraban tanto. Yo la verdad no tengo idea ni vi a nadie. Decían que, por ejemplo, Tom Cruise y ese tipo de gente era de ir a la cancha.

-¿Qué onda David?

-Habla español también. Un trato normal, él es muy profesional. Uno ve lo que genera fuera del campo de juego y es tremendo. Pero en el vestuario es uno más, se ríe, habla con todo el mundo, saluda siempre a la mañana o cuando se va, se entrena al ciento por ciento todas las prácticas. Muy profesional el tipo.

-Te sigue los pasos: vos te fuiste del Galaxy y él se fue... al Milan.

-Vamos a ver si lo podemos traer acá, ja, ja.

-¿A Huracán? ¿Por ahí te lo pide tu suegro para llevarlo a Boca?

-No, no. Dejalo ahí que está muy bien. Era chiste.

-Hablando de Bianchi. Tu hijo va a ser defensor duro como vos o goleador como Carlos.

-Ja, ja, ja. Está creciendo sano y salvo, eso es lo más importante. Vamos a dejarlo en paz.

-Está bien, no lo metamos tan temprano en el fútbol. Pero Bianchi ya está hace rato. ¿Mejor técnico o abuelo?

-Abuelo, mucho mejor que en cualquier otra cosa, ja, ja... Pero hablemos de Huracán mejor.

-OK. Justo de tu vuelta, Ubeda dijo que cuando era técnico había pedido que no te vayas y ahora que él se fue, volviste.

-Lo hablé bastante con Claudio. Pero esa gente que me trajo la oferta para Estados Unidos ya lo había hecho con anterioridad, previo a que termine el torneo y todavía la gente de Huracán no me había hablado. Sabía que Ubeda quería que me quedara pero la oferta era demasiado buena para mí y mi familia, así que decidí partir. Viste que en la vida las cosas se suelen dar cuando menos uno las piensa. Yo le agradezco a Claudio que en su momento me abrió las puertas a una semana del inicio del torneo. Lo conozco como persona y creo que además es un gran técnico, que tiene un futuro bárbaro.

-Evidentemente te fuiste bien. Si no, el regreso no hubiera sido posible.

-Espero haber rendido, que le haya gustado a la gente y ahora devolverle el doble. Porque ahora están confiando aún más al repetir. Si hay expectativas, tengo que rendir más.

-¿En Huracán recuperaste el nivel de tus inicios?

-Se dieron muchas cosas. En lo personal estaba muy bien, esperando un hijo. Se acumularon cosas. Me sentía cómodo, con respaldo del cuerpo técnico y compañeros. Siempre hay varios factores que influyen en un buen rendimiento. Y sí, creo que estoy mejor que hace un tiempo.

-¿Por dónde pasa el objetivo de Huracán?

-La historia de un equipo en sus primeros años de vuelta a la Primera, salvo la excepción que fue Tigre, pasa por mantenerse. Siempre hay muchos cambios de jugadores, hay muchos préstamos de diferentes lados y es difícil mantener el equipo. Si andás bien, ya te pretenden de un equipo con mayor solvencia económica. Se hace muy difícil sostener una base. Pero obviamente hay que tratar de repetir lo del primer año en Primera. Si se logra eso, con el paso del tiempo se puede ir pensando en pelear más arriba. Hoy hay que trabajar duro y encontrar el funcionamiento que quiere Angel (Cappa) y a medida que transcurra el torneo veremos para qué estamos.

-¿Desde el Norte seguías la campaña?

-Leía por Internet, veía algunos partidos por tele. Me dio tristeza que Claudio diera un paso al costado. Pero bueno, el fútbol es así. Y por suerte el equipo se pudo recuperar a lo último y sacar un poco más de puntos y así tomar un poco más de aire para el torneo que viene.

Abbondanzieri: "Mi decisión es atajar en Boca"


Su voz suena apagada, triste. Se lo escucha lejos al Pato, pero no es un problema de comunicación. Lejos está, en realidad, de transmitir su habitual buen humor. Y la confirmación no tarda en llegar. "La estoy pasando muy mal", asegura. Acaba de entrar a su casa luego de ser suplente en la derrota de Getafe ante Racing, el partido que había elegido para despedirse de la gente. Pero al final fue él quien pidió no jugar. Y todo indica que, pase lo que pase, ya no volverá a ponerse los guantes en el club español. "Es así. Mi decisión es atajar en Boca. Está tomada". Es la primera vez que habla de su situación para la Argentina. Necesita descargarse. Y que el hincha sepa su esfuerzo, sus ganas de volver.

-¿Qué te llevó a tomar la decisión de plantarte?

-La cosa es sencilla: yo recibí una oferta de dos años de trabajo en el club donde pasé mi mejor momento y decidí aceptarla. El problema es que el presidente del Getafe (Angel Torres) cambió su pensamiento cuando el acuerdo ya estaba. Pone una traba que es una tontería, porque así lo que está logrando es arruinar mi posibilidad.

-¿Por qué no te deja ir?

-No lo sé. En las primeras reuniones que tuve me dijo que no me iba a poner trabas. Yo nunca pensé que iba a volver a Boca y, de repente, aparece de nuevo en mi carrera y con dos años de contrato. Fui a decirle eso, a contar lo orgulloso que estaba de que me volvieran a buscar. Y que yo y mi familia queríamos regresar.

-¿Torres no cumplió con su palabra, entonces?

-No. Es lógico que él necesite dinero para ir a buscar otro portero (sic). Y me parece bien también. Pero cuando íbamos a firmar la desvinculación, con el acuerdo en 300 mil euros, salió con que quería 100 mil más. Me falló totalmente. Porque está haciendo un negocio conmigo por 100 mil euros cuando yo siempre hice lo mejor para el club. Eso es lo que más me molestó y lo que me hizo tomar la decisión de no jugar más. No era necesario este juego.

-Se supone que 100 mil euros no cambia nada...

-No, ni a él ni a Boca. Pero es la forma de actuar lo que a mí me jode, cuando siempre fui respetuoso con el club. No esperaba que me hicieran este daño.

-¿Vos pediste no jugar?

-Sí, porque no estoy en condiciones de hacerlo. En este tiempo me han castigado mucho, diciendo que tenía más la cabeza en Boca que en Getafe. Y me perjudica. La estoy pasando mal y mi determinación es no atajar más acá. Le dije al técnico que no cuente conmigo.

-¿Y si no se soluciona?

-Yo soy una persona muy orgullosa y me duelen las cosas que son injustas. Uno comprende la situación del Getafe, sobre todo a partir de la lesión de Oscar (Ustari). Pero sabiendo que me quedan cuatro meses de contrato, el presidente no quiso renovarme y entonces en junio me tendría que ir. Y Boca me ofrece dos años para seguir jugando al fútbol.

-No sólo eso: volver al país y retirarte acá...

-Claro, por eso estoy enormemente orgullo de que Boca me venga a buscar a esta altura de mi carrera. Es un gran gesto que yo quiero retribuir jugando. Soy el primer interesado en volver a Boca, hace 15 días que estoy haciendo lo posible para que eso ocurra, pero no me dejan...

-¿Vas a volver a hablar con Torres?

-Yo tenía una muy buena relación con él... Vamos a ver cómo se puede solucionar esto, pero el daño ya me lo hizo. Yo mismo le pedí que apelara mi tarjeta roja por si tenía que despedirme de la gente contra Racing. El está jugando con esto, está negociando. Y como es Boca, quiere sacar un poco más, pero no mira el mal que le hace al jugador o al ser humano que tanto confió en él.

-¿Y Bianchi qué te dice?

-Con Carlos tenemos muy buena comunicación. No sólo por este tema. El sabe todo, está trabajando.

-¿Y no se le puede pedir que haga otro esfuerzo?

-Boca está haciendo todos los esfuerzos necesarios. La negociación empezó de una manera, y gracias a la buena relación que yo tengo acá, se llegó a una cifra que Boca aceptó pagar. Es decir, se estiró para llegar al acuerdo. No tengo nada que decir. Sólo que tengo tantas ganas como ellos de ir para allá.

-¿Qué es lo que más te ilusiona de esta vuelta?

-La posibilidad de regresar al club donde pensé que ya no volvería. Y que tengo muchas cosas para ganar más allá de que pueden decir que pongo en riesgo todo lo que logré.

-¿Sabés lo que te jugás?

-Sí, tengo claro que tomo riesgos, pero también conozco el club y lo quiero hacer. Deseo volver y ganar otra vez cosas importantes. Y aparte, no implica que en Boca no pueda hacer lo mismo que acá: disfrutar de mis últimos años en el fútbol, en mi país y en un club donde pasé muchas cosas lindas.

-Cuando te fuiste, la exigencia de Boca te había saturado, ¿eso ya pasó?

-Lo que pasa es que es un tiempo diferente. Yo ahora voy a Boca a jugar dos años. La anterior fue una decisión que tomé después de haber vivido diez años en el club y pensé que, luego de jugar un Mundial, era el momento de descansar mi cabeza.

-¿Y qué podés aportar ahora: experiencia, conocimiento del arco...?

-Y... no puedo decir que voy para hacer goles (se le escapa una sonrisa por primera vez). Sí, todo eso, y que tengo unas ganas enormes. Si me toca estar ahí, voy a tratar de hacer lo mismo que en mis mejores momentos. Uno sabe bien qué se juega en Boca y que tiene que decir presente. Ahora, por ejemplo, está la Copa Libertadores. Y uno ya conoce lo que es, lo que vale, el nivel de concentración que necesita y que hay que estar a la altura.

Así, con este postura tomada por el Pato, entre hoy y mañana su regreso a Boca deberá tener una definición. ¿Se estirará Bianchi un poco más? ¿Aceptará Torres regresar a los 300 mil euros acordados entre el manager de Boca y Tony Muñoz, el secretario técnico del Getafe? Abbondanzieri ya hizo su parte...

-Y si pudieras pedir un deseo, ¿cuál sería?

-Poder entrenarme en Boca lo más rápido que se pueda y que esta negociación se termine pronto, para que no salga nadie perjudicado: ni Getafe, ni Boca, ni yo...

River 1 Racing 1


Yacob hace su primer gol en Primera. Festeja, con poco, Racing. Se preocupa, por mucho, River.

A Yacob le sacan la roja. A River, también, pero en las tribunas.

Falcao salta como un Tigre y mete el gol del empate. Se aplaca, con poco, el clima de River en la previa al partido con Boca. Se revuelve la atmósfera en la tropa del Chocho Llop.

Falcao le da una plegaria a River y un gualicho a Racing.

Así, con espasmos y emociones, con vaivenes y contradicciones, se resolvió el clásico. Un clásico devaluado, mal jugado, friccionado y fronterizo con el desencanto hasta que llegaron los goles. Porque el resultado terminó siendo lo mejor que consiguieron River y Racing. River, porque se supo recuperar en la desventaja, igual que contra Independiente y a diferencia de lo que le sucedía en los últimos tiempos del 2008. Y Racing porque, en días de tensiones, estuvo a medio paso de superar el estigma con la camiseta de la banda roja.

River cambió de sistemas durante el partido, pasó de un 4-4-2 a un 4-3-1-2, de probar por la banda derecha a insistir con el pelotazo, y llegó a una conclusión: aún "Falca" mucho. Llegó apenas dos veces con peligro y no fue convincente a la hora de desacreditar el tema de la semana: la falta de incorporaciones. La gente lo hizo notar cuando cantó por Ortega.

Racing fue práctico en un comienzo. A los 4 minutos, Lugüercio le ganó a un estático Cabral y sacó un remate que rozó el palo de Vega. Se trató de un aviso. Insistió con un remate-centro de González, con la proyección de Lluy, con las diagonales del mismo Lugüercio y con el empuje de Yacob. No mucho más.

Pero aun así a River le costó encontrarle la vuelta. Gorosito pretende imprimir una idea de juego prolija, con circulación y cambio de ritmo que se diferencie de la acelaración del ciclo de Simeone. El plato termina siendo parecido. Sigue preocupando la falta de conducción. Buonanotte arrancó por izquierda bien abierto y después se cerró para intentar ejercer los roles de un enganche. De las dos formas perdió puntos en el scoring de su registro para manejar a River. Sí se pueden rescatar cierto chispazos de Rosales, que volvió a interpretar lo que más sabe hacer: desequilibrar por derecha y mandar el centro. Y lo otro para realzar es el amor propio de Falcao, quien transformó un pelotazo de Ferrari en una oportunidad para volver a creer.

16/1/09

Fernando Cavenaghi: "En Francia valgo 40 millones de euros"


Desde 1982, cuando Delio Onnis marcó 29 goles para el Tours, que un argentino no sale goleador en la Liga Francesa. El delantero, con un pasado en Gimnasia de La Plata, también fue Pichichi en 1975 y 1980 (con el Monaco), como Carlos Bianchi en 1974, 1976, 1977 (Reims), 1978 y 1979 (PSG). Fernando Cavenaghi puede seguir ese camino en esta temporada. Con 12 tantos en 20 partidos para el Burdeos, es top junto a André Gignac, francés del Toulouse. Y con un dato fuerte: por primera vez en Europa metió goles en cuatro partidos seguidos.

-¿Creés que se te dará?

-Como poder se puede, terminé quinto en el torneo pasado (NdeR: 15 en 23 PJ). Fácil no es porque es un fútbol muy cerrado, la mayoría de los partidos termina 1-0 ó 1-1.

-Hace poco aparecieron declaraciones de alguien que te representaba quejándose porque Blanc no te ponía mucho...

-Mi representante es Néstor Sívori y no habló con nadie. Aparecieron declaraciones de Vilariño, que trabaja con Sívori, en France Football, sobre que yo me quería ir. Pero la realidad es que nunca dije nada. Quizá como había mercado de pases abierto buscaron algo con eso, pero no sé por qué salió.

-¿Y hubo algún club que te haya pedido?

-Que yo sepa, nada.

-¿Al presidente Jean Luis Triaud le fuiste a preguntar algo?

-Cuando fuimos a hablar con Sívori me dijo que valía 40 millones de euros y que eso no lo ponía en discusión. Quiere que me quede sí o sí, y eso me enorgullece. Está claro que pone un precio para que no me vaya.

-¿Y está todo bien con el técnico Laurent Blanc?

-Ningún problema. Si soy el único jugador del plantel que jugó todos los partidos de la Liga.

-Pero en la Champions no te puso en ninguno de titular y sólo entraste en tres...

-Por ahí venía la mano. Yo en el torneo pasado metí muchos goles para poder entrar a la Champions y después no me hizo jugar. Eso me molestó, pero ya lo hablé en su momento con el entrenador.

-¿Y qué te dijo?

-Que como nos tocó contra el Chelsea y la Roma tenía que ir con un solo punta, no podíamos salir a jugarle de igual a igual a equipos más grandes y de mayor calidad.

-¿Pero por qué eligió a Chamakh si vos venías metiendo más goles?

-Porque es más alto (mide 1,85) y necesitaba a un cabeceador. A lo mejor, si yo estoy solo de punta, ni la toco...

-Como cuando en un clásico ante Boca echaron a Demichelis y Pellegrini te sacó y dejó a Fuertes...

-Sí. Aunque cada situación es diferente. Pellegrini me sacó a mí, que venía de meter un gol... Son decisiones y no puedo decir nada.

-¿Los delanteros de la Selección pelean sólo por un lugar al lado de Messi?

-Eso lo tiene que decidir el entrenador. Messi es un fenómeno, de otro planeta. Pero depende en qué puesto lo ponga el técnico. Y no sé si todo el mundo tiene el puesto asegurado, hay que demostrarlo.

-¿Tuviste algún contacto con Maradona, Bilardo o alguien de la Selección?

-No, nada.

-¿Pensás que Diego te puede llamar?

-Es lo que siempre espero, imaginate que el año pasado hice 30 goles, fui el segundo argentino detrás del Kun Agüero, me eligieron el mejor extranjero del 2008 en la votación de France Football entre periodistas y entrenadores, por delante de Juninho y Cris (Lyon). Siempre sueño, pero bueno, hay un técnico y depende de sus gustos para los jugadores.

-Diego en el FIFA World Player eligió, detrás de Cristiano Ronaldo, a dos puntas: Ibrahimovic y Adebayor, ¿vos pensás que tenés algo de ellos?

-Ibrahimovic me parece un fenómeno, pero los dos son diferentes a mí, yo soy más de área y ellos son más altos. Pero ojalá sea de su gusto.

-El Burdeos está a un punto del Lyon, ¿esta vez se les puede dar?

-Es más posible que antes, pero no resulta fácil porque el Lyon pierde pocos puntos. Hay que hacer una segunda rueda perfecta.

Jonathan Bottinelli volvió a San Lorenzo


Llegó a Mardel en la nochecita del miércoles, cerrado su préstamo por seis meses desde Sampdoria. Al ratito, ya se paseaba con la ropa deportiva del club por el Minella. La imagen no resultó novedosa, sino apenas interrumpida. "Fue como si no me hubiera ido", acepta Jonathan Bottinelli, el defensor que pidió Russo, un viejo/nuevo refuerzo sin mirada de curiosidad, porque conoce el paño desde que lo transitó por primera vez en Infantiles. Algunas cosas, igual, cambiaron: "Pasó un tiempo, en lo personal me enriqueció. Uno va creciendo, ganando experiencias, tuve la oportunidad de jugar en el fútbol italiano, que también es muy competitivo. Pero vuelvo a casa".

Una situación particular, un papeleo demorado para llevarse a su familia con él a la península itálica propició la oportunidad. "Estos seis meses lejos fueron duros para todos, no quiero hablar mucho del tema personal. Ya pasó, cosas que suceden, ahora estoy muy contento, feliz de haber vuelto", plantea. Otro que ya ha expresado su alegría es Miguel Russo, con aquello de que el jugador tiene incorporados hasta los aromas del lugar, más allá de que Botti, clase 84, necesite de una semanita de tareas para nivelarse en cuanto a la pretemporada con el resto de sus compañeros. "No me hace falta adaptación, ni al técnico ni a mis compañeros. Ya sé cómo trabaja Miguel, lo mismo el profe; a los chicos los conozco a todos menos a Santiago (Solari), con quien me concentro y nos vamos a ir conociendo más de a poquito", dibuja el cuadro de relaciones.

-¿Qué te genera el escuchar que el técnico te elogie o que haya tenido que cambiar el sistema de juego porque ya no contaba con vos?

-Es gratificante. Estoy agradecido, seguramente lo hace porque en el tiempo que lo tuve como entrenador le respondí.

-¿Cómo viviste desde Génova el Apertura y la definición del triangular?

-Viví el torneo a la distancia, muy ansioso, nervioso, en el sentido de que no se definía; lo teníamos casi ganado, se complicó, hubo final, y a las finales a veces no las gana el mejor. Yo creo que, a lo largo del campeonato, San Lorenzo fue el que mejor fútbol jugó, e hizo los méritos para ser primero.

-¿En estas horas desde que llegaste percibís espíritu de revancha?

-Sí, obviamente. Todos los chicos quieren salir campeones, yo también vine para salir campeón. Buscaremos llegar hasta las últimas instancias de la Libertadores y tratar de llevarnos el torneo local, al cual no hay que desmerecer para nada.

-Jugaste la Libertadores pasada y quedó la sensación de que podrían haber avanzado más.

-La Copa es la ilusión máxima, la de quedar en la historia del club como los primeros que la ganamos. Es una obsesión. Plantel pensamos que hay, se llegó hasta las finales del último torneo local, se sumarán más refuerzos... Y el grupo que se va a formar va a ser rico.

Luciano Figueroa: "Sueño con la Selección"


¿Conocés a Diego?

-¿Qué Diego?

-Maradona...

-Me llamó cuando me lesioné la rodilla en River. Me dio apoyo, me alentó en un momento muy difícil y me puso muy contento. Ah, lo vi una vez en el vestuario de un partido de las estrellas.

-¿Era la primera vez que hablabas con él?

-Sí. Me llamaron al celular y me dijeron: 'Diego quiere hablar con vos'. No lo podía creer. Me dijo que no le importaban las camisetas, que le importaban las personas y que quería que me recuperara rápido. Me sirvió muchísimo escuchar el aliento de Maradona.

-¿Y soñás con ser uno de sus dirigidos?

-Seguro. Es el más grande y a cualquiera le gustaría, pero hay que saber que si querés estar en la Selección tenés que jugar y demostrar en tu club.

Siempre bien ubicado para recibir el centro, Luciano Figueroa sabe lo que dice. Por eso, sólo atina a reírse cuando le consultan si alguna vez lo tentaron con lucir su dentadura perfecta en una publicidad de pasta dental. Y como Lucho piensa cuando habla, es realista y humilde. Así, es capaz de sentirse un "burro" por haber desperdiciado un gol servido frente al Inter de Porto Alegre, y no animarse a sacar chapa con el mote de "experto cabeceador". Sin embargo, cuenta con ese espíritu guerrero que lo ayudó a sobreponerse, por ejemplo, a la muerte de su hermano Martín (en un accidente en 2001) y que ahora lo lleva a "esforzarse al máximo" y "tratar de hacer lo posible" para jugar mañana en el debut del verano frente a San Lorenzo, a pesar de sufrir fuertes dolores en los gemelos. Y ese mismo espíritu, entonces, es el que le permite ilusionarse con volver a la Selección. "¿A quién no le gustaría?", dice el campeón olímpico en Atenas 2004, promotor de una charla mano a mano en celeste y blanco, combinada, claro, con el verde de las sierras de Tandil.

-¿Te ilusionás con volver a la Selección?

-Seguro. Uno lo que sueña es hacer las cosas bien para ser visto de la Selección. Nadie va a decir que no sueña con la Selección, pero tengo como objetivo demostrar en Boca. Si no jugás en tu equipo, la Selección está muy lejos.

-¿Podés ser el 9 del equipo de Maradona?

-Estoy tratando de hacer las cosas bien para jugar cuando me toque y hacer lo mejor para Boca. Si se da, mejor. Y si no, a seguir trabajando.

-¿Pero te tenés fe para ser el 9 de la Selección?

-Sí. Uno se tiene fe, tiene muchas ganas y, como digo siempre, hay que entrenarse para que te vea desde el técnico de Boca hasta el de la Selección.

-Maradona le presta mucha atención al fútbol local, ¿Te ponés como meta Sudáfrica 2010?

-El sueño siempre está. Maradona mira mucho el fútbol local y eso es bueno. Sabés que si hacés las cosas bien él te está mirando, pero también hay que ser realista y saber que si no jugás, el sueño está cada vez más lejos. Ojalá pueda tener continuidad.

-Y justamente hacer una pretemporada completa te puede servir...

-Claro. Uno trata de hacer las cosas bien. Lo bueno es arrancar de cero y empezar a tirar para adelante.

-¿Qué sentís al ponerte la camiseta de Boca?

-Me siento un privilegiado. Tener este escudo en el pecho es algo muy lindo. Todo jugador quiere pasar por este club. Me siento muy bien.

-¿Ya te sentís totalmente adaptado?

-Me siento bien. Sé que adaptarse a Boca es difícil, de a poquito uno va conociendo más y se va conociendo más con los compañeros. Estoy muy contento.

-¿Fue un volver a vivir haber llegado a Boca?

-Sí, seguro. No esperaba terminar el año así y la verdad es que me puso muy contento, me tocó venir de allá, obtener el título... Nunca había salido campeón en un campeonato.

-¿Y qué significó?

-Uno lo que quería era venir e integrarse rápido al grupo. Desde el primer momento dije que le estaba muy agradecido a Boca por haber confiado en mí. Se hablaban cosas de mi rodilla que no me gustaban. Me sentía bien.

-¿En lo grupal la obsesión es la Libertadores y en lo individual convertirte en jugador del club a partir de junio?

-Sí. Vamos a tratar de darle para adelante y tratar de ponernos como objetivo la Copa, pero sin dejar de lado el campeonato, porque creo que somos un grupo grande y con muy buenos jugadores.

-Uno de tus compinches en el plantel es Riquelme, ¿te considerás su amigo?

-Creo que dentro de todo tenemos una amistad. Lo tuve como compañero en Villarreal, en la Seleccíon y ahora en Boca es con uno de los que estoy siempre. Me considero un buen compañero y dentro de todo un amigo.

-Román dijo públicamente que sos uno de los mejores delanteros...

-Que te elogie alguien como él, y un jugador de sus características, es algo que me pone muy contento. Se hace fácil jugar con él porque sabés que siempre te va a dejar solo con el arquero o te va a tirar un buen centro.

-¿Y hay algún secreto para el cabezazo?

-Nooo, después del gol que erré contra Internacional parece que soy un burro cabeceando, je. Trato de no tenerle miedo a la pelota, de mirarla, y de golpearla en seco. También hay que tener en cuenta el tiempo del salto.

-Tu 2008 terminó a lo grande, ¿esperás que el 2009 sea igual?

-Ojalá que empiece como terminó y que siga igual. Quiero rendir bien porque en junio se me termina el préstamo y mi deseo es que el club me compre. Mi objetivo es romperme todo para que Boca use la opción de compra y me pueda quedar.

Se complican los refuerzos de River


Me encantaría anunciar que de esa combi se van a bajar Fulano, Mengano, Sultano y Sultanito". El deseo, de repente, se hace realidad. Una combi blanca se detiene al 989 de la calle Primitivo de la Reta. Los fotógrafos corren buscando la exclusiva. Un par de hinchas se arriman. "¡Llegaron los refuerzos!", gritan desde adentro del Sheraton. Y ahí están, ahí bajan. El primero es Julio Macchi, buen porte, interesante altura y oficio para dejar el banco y convertirse en el zaguero que pidió Pipo.

Recostado sobre la izquierda aparece el nuevo lateral: Domingo Díaz, chiquito y tan rápido como escurridizo. Los sigue Mario Israel, el patrón del medio, el cerebro, quien no tiene tanta prensa pero está acostumbrado a manejar los hilos del equipo. Y detrás suyo, sí, el de mejor olfato y el que rara vez falla: José María Aguilar, quien saluda, desea buen año y, sin perder tiempo, pregunta por Gorosito, la persona a la que vino a visitar hasta esta ciudad para contarle que el escenario no es el mejor y que, palabras más, palabras menos, tendrá que seguir esperando las incorporaciones...

Eran casi las tres de la tarde cuando el presidente de River pisó el búnker del equipo. Barba tupida, pelo revuelto, camisa abierta a lo Sandro, JM apareció --acompañado por los dos vicepresidentes y el secretario del club-- con el objetivo de hablar con el técnico y de informarle cuál es el estado de las negociaciones por los refuerzos (ver Cara a cara...). "Hacer una mesa de trabajo en Mendoza", como él mismo definió en La Red. Una mesa de trabajo en la que no sobraron buenas noticias.

Aunque tampoco tan malas. Es que después de interiorizar al DT sobre las negociaciones que se están realizando, la idea del dirigente fue recordarle que "tanto el fútbol argentino como el mundial están viviendo un momento particular por la crisis económica" y que no es fácil satisfacer las necesidades de los entrenadores. Sin embargo, la postura de Aguilar tampoco es intransigente, como para que Pipo se olvide del asunto. Al contrario. "No hemos venido a decirle que no vamos a traerle a ninguno", aclaró. Y luego agregó: "Lo que necesitamos es conversar, conocer prioridades, buscar alternativas y también saber qué piensa de algunos chicos que él no conocía". ¿Qué quiere decir esto? Que tal vez Pipo haya cambiado de idea respecto a algún puesto y, así, la búsqueda se pueda centrar en menos cantidad de jugadores.

Consciente de que sería más efectista "hacer un pool con bancos, pedir 10.000.000 de dólares y salir a romper el mercado en un año político", Aguilar admitió que eso no "sería sano para el club". Y recalcó que, por eso, será importantísima la mano del técnico para sacar lo mejor de un plantel que terminó último en el último Apertura, pero "fue campeón seis meses atrás". Tan decisiva cree que es la función del DT que ya por la tardecita, junto a sus tres compañeritos, se acercó hasta el Club de Campo para ver el último entrenamiento del día. Después de la cena cuidada en grasas y calorías junto a todo el plantel, había llegado el momento de armar una mesa menos multitudinaria y, café de por medio, hablar con Pipo. Al que no le trajeron novedades, pero sí cuatro refuerzos de peso, de mucho peso para River.

15/1/09

El pato Abbondanzieri vuelve a Boca


Si llegamos hasta acá, es imposible que no venga. Ya está, olvidate". Roberto Abbondanzieri será el arquero de Boca en el 2009. A media tarde, la frase de un integrante de la negociación era apenas una confirmación de lo que vendría después. A esa altura del día, Carlos Bianchi ya había aceptado estirar la oferta a los 300 mil euros que pretendía el Getafe. Hasta ese momento, había una diferencia del 100 mil que había estancado la negociación al punto que ninguno quería moverse de su postura. Pero todavía faltaba acordar la forma de pago. Y eso sucedió por la noche. Ya está, entonces: Ischia tendrá el arquero que quería y el Pato pegará la vuelta por dos años para retirarse en el club en el que ganó todo.

La negociación no fue sencilla en estas horas. Porque incluso una vez que se llegó un acuerdo en la cifra que Boca iba a pagar por la salida del Pato, los españoles se pusieron firmes en cuanto al pago: querían que fuera al contado. Eso hizo demorar otra vez el arreglo final y obligó al Virrey a negociar un acuerdo que no implique poner todos los billetes sobre la mesa y sí establecer una fecha cercana de pago. Un tiempo que le permitiría, por otra parte, ver si el club puede vender algún jugador (Morel, Dátolo...) y así hacerse de efectivo para liquidar uno de los temas principales del inicio de su gestión: el arquero. Por eso, recién por la noche hubo un acercamiento entre ambas posiciones y asunto terminado.

Por la mañana, el Pato había blanqueado la situación en conferencia de prensa. Y si bien a esa hora su pase no estaba definido, decidió contar públicamente que la oferta era real y que su chance de irse, cierta. "Uno se siente orgulloso de que un club como Boca te pida. Hay una posibilidad y se está estudiando cómo hacer".

Seguramente, entonces, hoy será el día del anuncio oficial. Abbondanzieri, de 36 años, firmará dos años de contrato y su idea, así, es retirarse en Boca. De todos modos, recién se sumaría a la pretemporada en Tandil la próxima semana. Como Getafe protestó la roja que le sacaron en el último partido ante Numancia, si el viernes lo autorizan a jugar (le pondría en suspenso la fecha de sanción que ya le dieron), el domingo sería titular para despedirse de la gente ante Racing de Santander.

Si esto se da así, luego embarcaría para llegar al país y ponerse a las órdenes de Ischia en Tandil. Y hasta es probable que si se dan las condiciones, haga su presentación-regreso en el superclásico del 24, en Mardel.

Tortuga Fernández la nueva joya de River


Tiene 18 años, nació en Concordia, Entre Ríos, es delantero y hace goles. Se llama Gustavo Fernández, le dicen Tortuga y, casualmente, fue el último juvenil en sumarse a la lista que armó Néstor Gorosito para la pretemporada. Pero está claro que de lento no tiene nada. Es que frente a Independiente, y en sólo 32', se las rebuscó para generar un desvío en el travesaño, dejar a Barrado y a Rosales solos frente al arco, imponer sus 80 kilos y sus 176 centímetros de puro músculo y cambiarle la cara a River. Y también para olfatear una mala salida de Navarro, anticipar el despeje de Godoy y gritar su primer gol en 1ª. Por eso, tras aclarar que el apodo no tiene relación con su velocidad y mucho menos con la célebre Manuelita ("me lo puso un compañero de Defensores de Nébel, el club en el que arranqué, y fue por la forma de mi cabeza"), y explica que adentro de la cancha se siente muy distinto. "Me dicen Tortuga, pero soy muy rápido. ¿Cómo quién? No sé, porque la verdad es que no veo muchos jugadores con mis características".

Rápido o lento, su aparición en el equipo de Pipo hizo ruido. Basta con pararse en el lobby del hotel Sheraton para darse cuenta. En la vereda, 20 hinchas lo llaman como si lo conocieran de toda la vida. Y él, tímido, se sorprende. Como cuando se le pregunta por su noche. "Fue inolvidable. Llegué al hotel y no me podía dormir. Me tranquilicé luego de charlar con Mateo y Mauro (Musacchio y Díaz, sus compañeros de cuarto)". Antes, claro, llegó el llamado a Concordia para hablar con Gustavo, su papá policía, y con Elsa, su mamá maestra y una de las más contentas por el debut del nene. "Estaba nerviosa. Me contó que casi se descompone de alegría frente a la tele cuando hice el gol. Y que después no paró de recibir gente en casa, vecinos y la familia de Bou, que vive a dos cuadras de casa". Tortuga también cuenta que hubo risas a la distancia con sus hermanos Eliana y Nicolás ("tiene 14, es delantero y juega mejor que yo") y, lógico, el momento romántico con Andrea, su novia. "Ellos siempre me apoyaron y me dieron fuerzas. Y se los agradezco. En ellos pensé apenas terminó el partido y en Martín, mi abuelo, que falleció hace dos años y era un enfermo de River".

Ajeno a cualquier mal augurio, el entrerriano cuenta que en ningún momento se asustó al ver que le daban la camiseta 17 justo un martes 13. "Es como dijo Pipo en Olé, esos números traen suerte". Y aunque ya recibió varios pedidos, aclara que no la va a regalar. "Esta me la guardo yo. Es especial", asegura el pibe que después de hacer carrera en Renato Cesarini, en el 2007 fue fichado por River. Y que a los pocos días de estar en el club viajó por primera vez en avión. ¿A dónde? A Corea, para integrar la Selección que disputó el Sub 17. Pero no sería su única travesía al exterior. Y tampoco pasaría inadvertido. El año pasado fue a Italia con la 5ª de River y le hizo cuatro goles al Milan en el Torneo Cittá di Torino. "Fue un partido en el que se me dio todo. Fue muy importante, ya que había clubes de todo el mundo. Y eso sirve para mostrarse". Tanto que aparecieron interesados en llevárselo y también varios representantes que vieron en él un diamante en bruto. Y más al enterarse de que no estaba bajo el ala de ningún apoderado. Por eso, para evitar dolores de cabeza, en Núñez cuentan que algunos decidieron incentivarlo con una promesa: plata por goles. Hasta se habló de 100 pesos por grito. Pero eso para él no es lo que más importa. "La plata es lo de menos. Mi sueño es ser ídolo de River. El gol que le metí a Independiente, por ejemplo, no tiene precio".

Admirador de Falcao y de Francescoli, Tortuga sabe que muchos hinchas que lo vieron en Reserva y hasta el propio Gorosito lo rebautizaron Mencho. Pero admite que la comparación lo desorientó. ¿Porque no le gusta el estilo de Ramón Medina Bello? "No, porque casi no lo había visto. Recién en las vacaciones, un tío me mostró unos videos de él. Me gritaban 'Mencho, Mencho' y yo no sabía si eso era bueno o malo", reconoce. Y ahí nomás se mira al espejo del nacido en Gualeguay. "Vi que él aguantaba bien la pelota, que desbordaba y que siempre estaba para el gol. No sé si somos similares, puede ser. Pasa que todavía soy chico. Y me falta recorrer un camino enorme para alcanzar lo que hizo en River. Si soy parecido, con ser un 25% de lo que él fue, me alcanza".

14/1/09

River 1 Independiente 1



Independiente era una mezcla de lo viejo y lo nuevo, pero entre Hilario Navarro y Godoy armaron un zafarrancho muy cerca de su propio arco. Esa doble situación le dio más justicia al desarrollo del partido, a ese predominio en el manejo de la pelota que tuvo River.

Porque aquel mal rechazo de Quiroga que derivó en el hermoso derechazo de Gandín y la perfecta volea de Fredes había dejado en evidencia dos hechos contrapuestos: 1) El martes 13 puede traer mala o buena suerte, pero a la fortuna hay que ayudarla por más oxidado que esté el dicho. Y si despejás como despejó Quiroga y no cubrís un rebote como no lo cubrieron Barrado y Villagra, no hay dicha -por más perra que sea-- que te acompañe. 2) Independiente arrancó el 2009 de parabienes. Goleó a Racing y, sin hacer casi nada salvo buscar con pelotazos la velocidad de Sosa, le sacó ventaja a River con un golazo.

Sin ese vértigo Simeonista, Gorosito evidentemente quiere más control de pelota y paciencia para construir juego. Hubo algunas triangulaciones interesantes, pero dominó la parsimonia y esas imprecisiones tan típicas de estos amistosos veraniegos pero que en muchos jugadores de River se hicieron muy mala costumbre. Para colmo, en el primer tiro al arco en serio del rival sufrió un gol.

Le faltaron titulares a River: Falcao, Buonanotte, Ferrari y Augusto Fernández. Sería apresurado dar una sentencia, pero la resaca del último puesto no se va a limpiar de la noche a la mañana. Trajo un aire distinto el ingreso de la Tortuga Fernández, pero no se le puede pedir la salvación a un pibe de 18 años que debuta.

A Independiente le faltaron más titulares, tuvo menos la pelota y llegó menos al arco. Igual, a partir de una defensa de a ratos desequilibrada como la de River, estuvo ahí de ganarlo con Gandín (definió alto un mano a mano). Santoro sacó conclusiones después de dos partidos con el muletto: partidazo con Racing, partidito con River.

Con un River que, por ahora, se reconstruye con los mismos soldados que terminaron hundidos en la batalla del Apertura. Pudo y debió ganarlo por esa ráfaga del final: lo tuvieron Barrado, Rosales, Salcedo, Díaz... En casi todas participó Gustavo Fernández, al que Pipo compara con el Mencho Medina Bello, al que todos conocen como la Tortuga y anoche se les escapó a casi todos.

Se complica la llegada del Pato a Boca


Incluso cuando todo lo que tocaba era un título, hubo un tiempo en el que quienes buscaban atacar al Bianchi DT lo acusaban de ser conservador. Aquello, en definitiva, fue sepultado por el éxito. Pero por estas horas, el que está cerca de ese perfil cuidadoso y protector, en este caso de los números, es el Bianchi manager. Y el caso Abbondanzieri es el fiel reflejo de cómo este nuevo Virrey cierra su arco (o su arca). Ayer, cuando el propio Pato, gestión mediante con los directivos del Getafe, había logrado bajar a la mitad las pretensiones de los españoles por su desvinculación, la postura del manager, firme en su idea de que Boca gaste lo menos posible, puso la negociación en punto muerto. Al menos por ahora. "Así, en estos términos, el regreso no es posible", dijo anoche una fuente cercana a las gestiones. Sin embargo, no todo está perdido. Y hoy habrá una chance más, esta vez la última, para que Ischia tenga el arquero que quiere.

Para retomar el orden cronológico, el deseo de Abbondanzieri de volver a la Argentina (sumado a la buena relación que tiene con el club) hizo que Getafe aceptara bajar de 600.000 euros a 300.000 el pedido inicial para desprenderse del arquero. Pero aquello que fue apretón de manos en España y sensación de descuento aceptable, no fue igual de este lado del continente. El Virrey, vía mail, como también se maneja en esta nueva función, buscó limar un poco más los números. Pero la respuesta de los españoles fue negativa y, al final del día, correo va, correo viene, la diferencia quedó establecida en 100.000 euros (140.000 dólares).

¿Entonces, es posible que Boca pueda quedarse sin arquero por esa cantidad tras haberse acercado tanto? En realidad, no parece ser dinero suficiente para frustrar la negociación. Y en eso se basan aquellos que sostienen que hoy, finalmente, la operación regreso se va a concretar. Pero hasta anoche la posición de Bianchi era firme, porque en sus primeros días en el cargo se encontró con varios reclamos económicos: uno, el del plantel, que tiene primas atrasadas y al que deben pagarle el premio por el último título. Y el otro, el que explotó con Caranta, quien intimó legalmente al club para regularizar su deuda. Por todo, el Virrey se negó a estirar los números y así se mostró como difícil negociador ante los hombres fuertes del Getafe, a quienes no les gustó mucho la situación: entienden que ellos ya hicieron su parte al bajar a la mitad el precio y que ahora la pelota la tiene Boca. O Bianchi.

Por todo, si el Virrey no se arrima hoy a lo que quiere el Getafe, el Pato no volverá a Boca. El arquero, incluso, se comprometió ante los directivos españoles a que hoy mismo esta situación tenga un corte definitivo para poder jugar el domingo, ante Racing (su club apeló la tarjeta roja que le sacaron el domingo), con las cosas claras.

Si no es Abbondanzieri, hay dos opciones a la vista: una es Oscar Córdoba, con quien tienen todo acordado, aunque no es la prioridad de Ischia. El otro es Cristian Alvarez, el ex Central suplente en el Espanyol, que poco tiene que ver con las búsquedas primarias.

Llegó la estatua de Merlo a Racing


Reinaldo Carlos Merlo atravesó el playón de acceso a las 18.03 y supo, de inmediato, lo que vendría. Sonó el hit y fue, para Mostaza, la más maravillosa música: la palabra del pueblo racinguista. "Vení, vení, cantá comingo, que un amigo vas a encontrar, que de la mano, del paso a paso, todos la vuelta vamos a dar...".

Sin versión remixada y entonada por el centenar de hinchas que desmintieron la temperatura de sauna en el Hall de la Fama, la sala por la que se llega al palco oficial, Mostaza no necesitó el conjuro de los cuernitos: ya no había obstáculos para un acto de reparación. Porque ése fue el sentido de la instalación de la estatua, construida gracias al aporte de 40 hinchas, tributo al DT que condujo a Racing a un título local luego de 35 años.

Flavio Nardini, encargado del departamento de Cultura en la CD elegida el 21 de diciembre y uno de los promotores del reconocimiento en el sentido más amplio, lo confirmó. El cineasta impulsó la construcción, contactó a Daniel Zimmermann, el escultor, recaudó los 1.800 dólares que costó la pieza de tamaño natural y la albergó en su casa para protegerla de amenazas de vándalos una vez que Fernando Marín, el primer gerenciador, le cerró las puertas del estadio al monumento. Nardini cuenta con voz autorizada. "Es un doble orgullo hacer este primer acto, como encargado del departamento de Cultura de Racing y como hincha. Estamos dándole el reconocimiento merecido a alguien que nos dio enormes alegrías. Demoramos casi siete años porque Fernando Marín jamás aceptó esto". Los silbidos que despertó la mención del primer gerenciador de Blanquiceleste apenas interrumpió el discurso. "Valen, los silbidos valen", añadió Nardini, para quien hay mucho de reparación en la mudanza de la estatua, que ya luce junto a la de Juan José Pizzuti, otro que se ha llevado el bronce por voluntad de la gente. "Este es el primer paso, no sólo para la gente del deporte de Racing: también mucha gente de la cultura identificada con el club se merece algo semejante".

"Hace mucho que me quiero dar este gusto", cerró el dirigente, a las 18.18, antes de descubrir la imagen, conocida y venerada. "Y eso que lo reputeamos en el primer campeonato", rememoró la época del Clausura 2001, cuando acechaba la Promo y Merlo, con dotación escasa en talento, la eludió a una fecha del final.

Merlo sonreía para no llorar, aunque sus ojos cargados de lágrimas lo desmentían. El paso a paso retumbó y el "Mostaza Merlo nunca te vamos a olvidar" fue el enganchado que puso al DT al borde de reclamar pañuelos.

Inmaculado en un saco y pantalón azul petróleo con finas rayas blancas y una camisa clara, Merlo se aflojó cuando auguró por el retorno de los días felices y un hincha lo cortó con otro deseo: "Con vos, Mostaza, con vos...". La compostura que aflojó cuando Carlos Scarelle, poeta académico, le recitó estrofas que, como su figura en resina, estuvieron guardadas por años, la recuperó cuando se abstuvo de opinar sobre los corticircuitos entre Juan Manuel Llop y su plantel. "No voy a hablar de eso, pero no tengo dudas de que Racing va a hacer una gran campaña", lanzó sin dudar en el pronóstico.

Merlo ha sabido congregar en el afecto. Por eso en el desfile pasaron autoridades, como José Malbrán, secretario general, anónimos y conocidos, como el periodista Luis Otero y José Martínez Suárez, otro director cinematográfico (hermano de las mellizas Legrand, es el máximo responsable del festival de Mar del Plata).

"Eternamente agradecido" se reconoció por la muestra, que tuvo yapa. Nardini le entregó una nómina manuscrita con los nombres de personas que acudieron por salud a los cuernitos de la estatua. "Creo en los médicos y en la ciencia -aclaró Nardini-, aunque cuando me pidieron que pusiera los nombres de algunas personas enfermas en un papel y los colocara en la mano derecha, la de los cuernitos, no lo dudé. Y Mostaza no falló: están todos bien", agregó para pasarle la responsabilidad al entrenador.

"Mostaza, la lista es toda tuya... Mirá que ahora están en tus manos", lo comprometió el cineasta. Merlo no reculó: su manos han hecho obras de película fantástica.