Siempre dije que Independiente no iba a ser un obstáculo porque Ortega es la estrella de River, el ídolo. El quiere mucho al club y no íbamos a poner trabas. La historia fue así: el viernes pasado me llamaron y quedamos en reunirnos el lunes. Nos juntamos, les planteé nuestro reclamo económico y hoy (por ayer), me llamaron para decirme que no estaban dispuestos a hacer ese gasto y que daban por caída la negociación". Así de simple y claro fue Daniel Vila, presidente de Independiente Rivadavia, para contar cómo se pinchó el regreso del Burrito a Núñez. No porque desde Mendoza se negaran a negociar, sino porque en Núñez no tenían pensado un gasto tan grande para recuperar al jujeño.
El presupuesto no dio para producir la novela del verano. Porque a lo que pintaba para un largo ida y vuelta de charlas, le pusieron un rápido punto final. Fue Mario Israel, el secretario de River, quien se se reunió el lunes y se comunicó ayer con Vila para abrir y cerrar esta historia que -como le habían anticipado a Néstor Gorosito- iba a terminar con Ortega vistiendo otra vez la banda roja. Sin embargo, en las oficinas del Monumental especulaban con un gasto mínimo (250.000 dólares, la mitad de préstamo acordado) para recuperar al ídolo. A lo sumo pensaban que podían sumarle la cesión a préstamo de uno o dos futbolistas. Pero esa idea chocó de frente con el millón y medio que pidieron los mendocinos.
La intención de la Lepra era recuperar la inversión que realizó para contar con el Burrito y apuntarle de lleno al ascenso a Primera. Y más allá de lo que pagó por el préstamo o el contrato del jugador, dejarlo ir seis meses antes lo obligaba también, por ejemplo, a rever contratos publicitarios que firmó gracias a la presencia del jujeño en su plantel. "Lo fuimos a buscar para que juegue todo el torneo, no la mitad. Ariel se queda en Mendoza. Que River haya desistido y él esté contento de seguir con nosotros es una muy buena noticia", agregó el presidente Vila.
Parece extraño que River baje tan rápidamente los brazos cuando ya lo contaba a Ortega como uno de los refuerzos junto a Abreu. Si bien es lógico que es más económico esperar hasta julio para que regrese sin pagar nada, lo raro es que no hayan intentado negociar esa cifra.
El presupuesto no dio para producir la novela del verano. Porque a lo que pintaba para un largo ida y vuelta de charlas, le pusieron un rápido punto final. Fue Mario Israel, el secretario de River, quien se se reunió el lunes y se comunicó ayer con Vila para abrir y cerrar esta historia que -como le habían anticipado a Néstor Gorosito- iba a terminar con Ortega vistiendo otra vez la banda roja. Sin embargo, en las oficinas del Monumental especulaban con un gasto mínimo (250.000 dólares, la mitad de préstamo acordado) para recuperar al ídolo. A lo sumo pensaban que podían sumarle la cesión a préstamo de uno o dos futbolistas. Pero esa idea chocó de frente con el millón y medio que pidieron los mendocinos.
La intención de la Lepra era recuperar la inversión que realizó para contar con el Burrito y apuntarle de lleno al ascenso a Primera. Y más allá de lo que pagó por el préstamo o el contrato del jugador, dejarlo ir seis meses antes lo obligaba también, por ejemplo, a rever contratos publicitarios que firmó gracias a la presencia del jujeño en su plantel. "Lo fuimos a buscar para que juegue todo el torneo, no la mitad. Ariel se queda en Mendoza. Que River haya desistido y él esté contento de seguir con nosotros es una muy buena noticia", agregó el presidente Vila.
Parece extraño que River baje tan rápidamente los brazos cuando ya lo contaba a Ortega como uno de los refuerzos junto a Abreu. Si bien es lógico que es más económico esperar hasta julio para que regrese sin pagar nada, lo raro es que no hayan intentado negociar esa cifra.
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