15/12/08

Los 3 a la final




El domingo se hizo largo. Las pulsaciones estuvieron a mil desde las cinco de la tarde hasta cerca de la medianoche. Hubo goles, festejos, salvadas, sufrimiento en las canchas. Y después del fútbol en este torneo histórico, la finalísima se siguió jugando entre cuatro paredes.

¿Qué había en juego? ¿Hubo algún ganador? Esa sonrisa de Riquelme cerca de las nueve y cuarto de la noche (en el salón Terrazas del Virrey, tomando un cafecito con su amigo Lucho Figueroa), al enterarse del programa de fechas de los partidos de este triángulo nada amoroso, demostraba que sí, que un equipo había sacado ventaja. Esa ventaja que no es sinónimo de gol, de victoria, pero que sí es suerte. ¿Suerte de qué?

La nochecita arrancó en AFA con un tema central entre los dirigentes de Boca, San Lorenzo y Tigre: ninguno quería 'debutar' el miércoles sino tomarse un descansito y tener más tiempo de prepararse física y mentalmente en un terrible sprint final de año, tan emocionante como estresante. Por eso, como no hubo acuerdo para armar el minifixture, fueron finalmente a las bolillas en el tercer piso de AFA. Y ahí el destino les dio una manito a Román, Ischia y compañía. Por eso el ánimo se revitalizó por la noche en la concentración del hotel Intercontinental. Es ventaja Boca porque más allá de que ganará en descanso, más allá de que es un equipo que juega siempre a atacar, podrá especular más que nunca con los resultados. Por algo al toque de terminado el 3-2 con Colón se lo escuchaba al Negro Ibarra diciéndole a un íntimo: "Ahora esperemos no jugar el miércoles y después vas a ver que somos campeones".

Haciendo futurología se puede decir que Boca, por caso, puede buscar un empate contra San Lorenzo si es que el Ciclón le gana por una diferencia de uno o dos goles a Tigre: de esa forma llegaría al tercer partido con la chance de enfrentar a un rival eliminado y se consagraría venciéndolo por la misma diferencia que el equipo de Russo. Lo concreto es que, sin dudas, por cerrar el triangular el martes 23 (como Tigre), podrá saber qué necesita para dar la vuelta. Claro, si es que llega con chances.

El que le dio una mano a Boca fue Vélez, a través de su vice 2° Julio Baldomar, quien fue el hombre neutral encargado de sacar cada bolilla. Primero se le asignó un número a cada equipo y después llegó la hora de los mano a mano. "Cuando salió que arrancaban Tigre y San Lorenzo, obvio que no estaban nada satisfechos", contaba anoche uno de los que estuvieron en AFA, en la oficina de Eduardo Deluca. No fue público el sorteo, según dicen, porque no querían perder tiempo y debían seguir organizando cuestiones de seguridad y definiendo números con la TV, que aún no se cerraron. Con el tema de las canchas no hubo problemas. Se empieza en Liniers pese a que Vélez en principio no quería, y Boca juega donde deseaba, en Racing (ahí ganó el Nacional 76).

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