El mejor, el gran responsable de que Boca haya llegado a esta gran final, lo mirará desde afuera. Una amrilla, la quinta, lo sacó. Pero Juan Román Riquelme siempre está...
-¿En este momento qué pesa más: la ilusión de ser campeón o el dolor de no poder jugar?
-Lo primordial es la alegría de estar otra vez en una final. Superamos a un gran equipo como San Lorenzo y mantenemos las chances de ser campeón. Eso es lo que nos pone muy bien.
-Se nota tu orgullo por haber tenido un año muy largo. El destino quiso que justo se cortara antes de la gran final...
-Justo se terminó en el último partido. En el que todo jugador quiere jugar.Lo importante es que el equipo pudo llegar al partido con Tigre, que es lo que queríamos. Sabemos que tenemos una ventaja importante que esperemos que alcance para terminar todos felices.
-¿Volviste a ver la acción en la que Baldassi te amonestó?
-No la vi. En ningún momento le hago falta al jugador de San Lorenzo. Cuando el partido se pone en juego otra vez, Torres me dice: "Me tiré porque le di la pelota a Battaglia". Yo le respondí: "Sí. Pero te tiraste y ahora el martes no juego". Ahí me dijo: "La verdad que no me di cuenta. Te pido disculpas". Ya pasó. Igual creo que el árbitro hizo un buen partido.
-Los jugadores de San Lorenzo reclamaron mucho. Desde el banco hubo gestos. ¿Ustedes en la cancha lo notaron?
-Sabíamos que iba a ser así. Ellos venían hablando mucho de los árbitros. Te diría que en las últimas ocho fechas, cuando empezaron a perder puntos y tanto Boca como Tigre se fueron arrimando. Ahí comenzaron a hablar demasiado de los arbitrajes. Y el otro día se los veía un poco nerviosos...
-¿Cómo vas a vivir estas horas previas al choque con Tigre?
-Los muchachos ya están concentrados. Y me tocará vivirlo desde afuera y tratando de ayudar en todo lo que pueda. Los veo muy bien. Tenemos mucha confianza. Veremos cómo Carlos (Ischia) decide formar el equipo con la ilusión de que todo salga bien.
-¿Apostás todo por Boca?
-Por supuesto. Desde siempre nos sentimos muy tranquilos de la manera que tenemos de jugar. Ojalá que hoy le regalemos a nuestra gente el mejor partido del año.
-Cuando Boca no consigue un resultado reaparece el tema de la interna del vestuario...
-Es normal. Estando en Boca uno se acostumbra. Afortunadamente después los resultados demuestran todo lo contrario. Pero hoy tenemos que terminar ganando y festejando. Estamos muy cerca.
-¿Te sentís orgulloso del equipo que tiene Boca?
-Por supuesto. En este club las cosas están muy claras desde hace muchos años. De lunes a sábado se podrán hablar un montón de cosas, pero los domingos durante 90 minutos se ve a un equipo muy comprometido, muy seguro de lo que tiene que hacer. Y, en los partidos importantes, siempre está muy bien.
-Seguro que cuando eras un pibe le escribías una cartita a Papá Noel y le pedías una pelota. ¿Ya le escribiste?
-Todavía no le pedí nada a Papá Noel. Además, durante muchos años le pedí infinidad de cosas. Sólo espero que terminemos festejando. Si conseguimos el título, éste será un año maravilloso.
-Pero si te regala un campeonato, lo aceptás...
-Seguro. Sabemos que estamos muy cerca. Se nos presenta una chance muy buena. No falta tanto.
-¿En este momento qué pesa más: la ilusión de ser campeón o el dolor de no poder jugar?
-Lo primordial es la alegría de estar otra vez en una final. Superamos a un gran equipo como San Lorenzo y mantenemos las chances de ser campeón. Eso es lo que nos pone muy bien.
-Se nota tu orgullo por haber tenido un año muy largo. El destino quiso que justo se cortara antes de la gran final...
-Justo se terminó en el último partido. En el que todo jugador quiere jugar.Lo importante es que el equipo pudo llegar al partido con Tigre, que es lo que queríamos. Sabemos que tenemos una ventaja importante que esperemos que alcance para terminar todos felices.
-¿Volviste a ver la acción en la que Baldassi te amonestó?
-No la vi. En ningún momento le hago falta al jugador de San Lorenzo. Cuando el partido se pone en juego otra vez, Torres me dice: "Me tiré porque le di la pelota a Battaglia". Yo le respondí: "Sí. Pero te tiraste y ahora el martes no juego". Ahí me dijo: "La verdad que no me di cuenta. Te pido disculpas". Ya pasó. Igual creo que el árbitro hizo un buen partido.
-Los jugadores de San Lorenzo reclamaron mucho. Desde el banco hubo gestos. ¿Ustedes en la cancha lo notaron?
-Sabíamos que iba a ser así. Ellos venían hablando mucho de los árbitros. Te diría que en las últimas ocho fechas, cuando empezaron a perder puntos y tanto Boca como Tigre se fueron arrimando. Ahí comenzaron a hablar demasiado de los arbitrajes. Y el otro día se los veía un poco nerviosos...
-¿Cómo vas a vivir estas horas previas al choque con Tigre?
-Los muchachos ya están concentrados. Y me tocará vivirlo desde afuera y tratando de ayudar en todo lo que pueda. Los veo muy bien. Tenemos mucha confianza. Veremos cómo Carlos (Ischia) decide formar el equipo con la ilusión de que todo salga bien.
-¿Apostás todo por Boca?
-Por supuesto. Desde siempre nos sentimos muy tranquilos de la manera que tenemos de jugar. Ojalá que hoy le regalemos a nuestra gente el mejor partido del año.
-Cuando Boca no consigue un resultado reaparece el tema de la interna del vestuario...
-Es normal. Estando en Boca uno se acostumbra. Afortunadamente después los resultados demuestran todo lo contrario. Pero hoy tenemos que terminar ganando y festejando. Estamos muy cerca.
-¿Te sentís orgulloso del equipo que tiene Boca?
-Por supuesto. En este club las cosas están muy claras desde hace muchos años. De lunes a sábado se podrán hablar un montón de cosas, pero los domingos durante 90 minutos se ve a un equipo muy comprometido, muy seguro de lo que tiene que hacer. Y, en los partidos importantes, siempre está muy bien.
-Seguro que cuando eras un pibe le escribías una cartita a Papá Noel y le pedías una pelota. ¿Ya le escribiste?
-Todavía no le pedí nada a Papá Noel. Además, durante muchos años le pedí infinidad de cosas. Sólo espero que terminemos festejando. Si conseguimos el título, éste será un año maravilloso.
-Pero si te regala un campeonato, lo aceptás...
-Seguro. Sabemos que estamos muy cerca. Se nos presenta una chance muy buena. No falta tanto.
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