Les pediremos un poco más a los jugadores. Son capaces de hacerlo. En el lugar que estamos debemos dejar todo, no podemos quedarnos con nada adentro". Russo explica la manera de responder al cansancio por la seguidilla de partidos decisivos, ya que San Lorenzo es el único que jugará tres partidos en siete días. Por otro lado, es el único de los tres con chances de festejar el sábado. Todo está en sus manos, aunque si no gana los dos partidos... El técnico cree que participar de estas instancias decisivas te hace olvidar cualquier circunstancia negativa que pudiera surgir. "Cuando uno juega finales, todo es lindo, no te duele nada", explica. Después, Russo muestra su chapa personal: "Es lindo acostumbrarse a jugar finales. En algún momento me hizo falta ganar algo y me llegó con Vélez. Era el momento justo", argumentó. Y luego le tocó levantar la Libertadores con Boca, pese a eso no le renovaron el contrato con la excusa de que debía fletar a Guillermo Cinquetti, su preparador físico. ¿Revancha? "Hace un año me iba de Boca y ahora puede definir una final con Boca, pero no lo tomó como revancha. Para mí no es especial definir con Boca", asegura. Sin embargo, enseguida se disculpa: "Prefiero no hablar de ese tema, ya pasó...". Pasó porque ahora el presente es San Lorenzo.
Y San Lorenzo ya está guardadito. En realidad lo está desde ayer por la mañana. Russo no cambió nada las costumbres del grupo y el día anterior al partido (ya sea por el triangular definitorio o por la cuarta fecha) las puertas de la Ciudad Deportiva estuvieron cerradas para todo el mundo menos para los jugadores. Lo que hay que saber, igualmente, es que Juan Manuel Torres, quien el lunes trabajó con los kinesiólogos por un traumatismo en el quinto dedo del pie izquierdo, se entrenó normalmente. Hubo una práctica táctica por la mañana, ejercicios con pelota parada y fútbol en espacios reducidos. Tras el almuerzo, el plantel quedó concentrado y los 18 nombres son calcados a los titulares y suplentes que estuvieron contra Argentinos.
"Tigre es el partido de arranque y va a determinar muchas cosas. Es un rival de cuidado y el empate resta. No se puede especular, tenemos que ganar los dos partidos", analiza el técnico la primera final que se viene. ¿Pesa el antecedente de derrota de la primera fecha? "No, la cosa cambió. Nosotros tendremos que mejorar para ganarles pero ellos también tendrán su preocupación por enfrentar a San Lorenzo", aventura Russo. Y para el final pide: "Colaborar todos para jerarquizar esta clase de definiciones".
Y San Lorenzo ya está guardadito. En realidad lo está desde ayer por la mañana. Russo no cambió nada las costumbres del grupo y el día anterior al partido (ya sea por el triangular definitorio o por la cuarta fecha) las puertas de la Ciudad Deportiva estuvieron cerradas para todo el mundo menos para los jugadores. Lo que hay que saber, igualmente, es que Juan Manuel Torres, quien el lunes trabajó con los kinesiólogos por un traumatismo en el quinto dedo del pie izquierdo, se entrenó normalmente. Hubo una práctica táctica por la mañana, ejercicios con pelota parada y fútbol en espacios reducidos. Tras el almuerzo, el plantel quedó concentrado y los 18 nombres son calcados a los titulares y suplentes que estuvieron contra Argentinos.
"Tigre es el partido de arranque y va a determinar muchas cosas. Es un rival de cuidado y el empate resta. No se puede especular, tenemos que ganar los dos partidos", analiza el técnico la primera final que se viene. ¿Pesa el antecedente de derrota de la primera fecha? "No, la cosa cambió. Nosotros tendremos que mejorar para ganarles pero ellos también tendrán su preocupación por enfrentar a San Lorenzo", aventura Russo. Y para el final pide: "Colaborar todos para jerarquizar esta clase de definiciones".
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