19/11/08

Debuta Diego como DT de la Selección


Sólo Diego pudo hacerlo".

Maradona resopló y encaró al mundo. Ocultando un dolor profundo soportó el gatillo de las cámaras fotográficas. El sabía antes de entrar que Gianinna estaba con pérdidas en su embarazo, le pedía a Claudia que por favor le dijera la verdad aunque fuera grave. Pero sacó fuerzas y lo disimuló perfecto. ¿Cómo un padre que acaba de recibir la noticia de que su hija está internada puede montar una conferencia de prensa imperdible ante 200 periodistas? "Sólo Diego pudo hacerlo", repitió una persona de su círculo. La conferencia duró la media hora prevista, cuando se fue Diego le dio la mano al traductor, hizo caras maradonianas, jugueteó para las fotos. Aunque no lo sintiera. Otra vez fue distinto.

Organizado perfectamente, con traducción, sin histerias, Maradona tuvo su primera conferencia de prensa internacional como entrenador de la Selección. Como si el libro de su vida tuviera que alternar éxitos con frustraciones, grandes alegrías con tristezas. Venía tranquilo, motivado, muy metido con los jugadores, movilizando con la frase "yo pasé del infierno al paraíso, ¡cómo no van a poder ustedes!". Por eso necesitará de su entrega para el debut en el país en el que hizo su primer gol con la camiseta de Argentina, en el 79. Y del apoyo de sus jugadores. Esta vez será Diego más 11.

Pese a su condición de visitante, robó aplausos en la conferencia. Y no por cholulismo partidario sino por admiración. Por frases como éstas: "El camino es llegar primeros en el Mundial, no entre los cuatro. Cómo lo hagamos, dependerá de todos. En gran parte lo decidirán los jugadores con la guía de uno, pero el camino es llegar primeros: eso de los cuatro no me gusta para nada".

Tal vez por su rol de técnico, de contestatario, o por algo más profundo, evitó polémicas. Avisó que no entrará en disputas mediáticas con Blatter. Ni Platini. Ni con nadie. "Hay que bajar un cambio. Tengo que pensar mucho en mi equipo, pensar mucho en la Selección Argentina". No se rebeló cuando le preguntaron con acidez por los problemas de su vida. "Me levanto todos los días, me levanto todos los días. Nada más", repitió. Y otra vez se vio al Maradona que quiere refundarse en la Selección, pero bien, sano. El que empezará con un equipo con aires de Basile, aunque con un módulo táctico 4-4-2, hasta tener tiempo de usar la mano de Dios. "A medida que vayamos metiéndonos dentro de la Selección, seguramente habrá cambios tácticos, y de personas. Habrá cambios que le den la seguridad al jugador que está dentro de la Selección, que el jugador se sienta mimado. Apuntamos a eso: que se sienta feliz de estar en la Selección".

No dio ninguna señal de su dolor. Agradeció el trato a los escoceses. Festejó haberles dado felicidad con sus goles a Inglaterra. Contó que disfruta de algo que estaba buscando hace mucho tiempo. Es más, Butcher otra vez no lo pudo agarrar. "¿Así que no quiere saludar? (preguntó y juntó los labios como ironizando qué problema). Si él no me quiere, no lo voy a buscar. Que él haga su vida, que yo hago la mía. No voy a poder dormir, eh", deslizó, prevenido de la pregunta. Fue imposible no tentarse. Ellos también se rieron cuando le preguntaron por el gol con la mano y Diego le respondió "a la señorita, que cuando le ganaron la final a Alemania en el 66 hubo un gol que no fue. Lo vimos todos. Y no dijeron nada". Ahí, maradoniano, buscó la foto y marcó que la pelota picó adentro. "Así adentro", hizo el gesto.

En la cancha faltará gente, pese a que para Diego no es una noticia relevante. Repitió que quiere a Messi de pasador, "como les dije a los muchachos argentinos", aunque le sumó la palabra "conductor". "Yo le quiero dar libertad. Que la pase y cuando tenga que definir, que lo haga". Y, con los medios del mundo en un bolsillo, en una conferencia de prensa inolvidable, infló el pecho. "Siempre me gustaron los retos. Sé que va a ser duro. Pero también sé que yo necesitaba a la Selección y que la Selección necesitaba una guía. Y acá estamos juntos. Con experiencia o no, vamos a caminar juntos y yo creo que vamos a caminar bien. Si no hubiese aceptado, seguramente habría sido un cobarde". ¿Cómo hizo para que absolutamente nadie se diera cuenta de su verdadera cara? Sólo Diego pudo hacerlo.

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