13/11/08

Maradona vs Grondona


Si no me dejan llevar a mi gente a la Selección, yo renuncio".

La sentencia frente a sus íntimos, en la noche del martes, fue la enunciación exacta del verbo maradoniar. Puede referir a la defensa orgullosa de sus amigos o ser fronterizo con la imposibilidad de aceptar un no. De una forma u otra, avisó cómo sería su jugada al día siguiente. Y ese Ruggeri "sí o sí", ratificado en una reunión con Bilardo, se lo hizo llegar por teléfono a Julio Grondona, quien estalló. Hasta pidió urgente que se acercara su chofer para irse de AFA cuando los medios la habían tomado. Pero como en este enredo la disputa de fondo es quién tiene el estallido más grande, el técnico de la Selección también se fastidió. "Diego no entiende por qué le dice que no, si todos los técnicos armaron sus cuerpos técnicos... No le da ningún argumento, dice poco. Es como que vaya Diego y le diga que no le gusta Julito, el de Arsenal, por ejemplo. ¿Y a él qué le importa?", describió alguien que habla sin filtro con Maradona. Hasta se llegó a rumorear que le había dado un ultimátum al Jefe: a las diez de la noche tenía una respuesta positiva o rompía los pasajes para viajar a Escocia.

Con el correr de las horas, Diego volvió a maradoniar. Lo que en principio era una amenaza real de irse antes de llegar, fue "en sentido figurado, un momento de calentura". ¿Se había dado cuenta de que la bola de fuego lo podía quemar? Entonces se conoció una versión más relajada. "Nooo, Diego no renuncia. Esperó tanto para llegar a este momento...", se explicó mientras él bajaba revoluciones en el cumpleaños 80 de su papá. Ya no estaba tan irritado, pero sí firme en la decisión de elegir a sus ayudantes. "Si no puede arrancar con los que quiere, está jodido".

Considera que necesita alguien con experiencia de campo y líder para manejar el vestuario. La división pensada es con Alejandro Mancuso como su mellizo (Diego lo escucha mucho, lo tuvo muy cerca en estos años de mágica recuperación) y Ruggeri para hacerles sombra a los futbolistas y contagiar su personalidad. Si no, Brindisi, otro perfil. ¿Será una mala o buena noticia para Batista y Brown? ¿Ahora les molestará tanto que no les haya hablado el día de la presentación en Ezeiza?
Mientras que Grondona decía que no le gustaba la cara de Ruggeri, las versiones volaban por el dial y de canal en canal. Cerca de Diego juran que no habló todavía con el Cabezón porque espera el OK de la AFA, desmienten que le haya dicho "yo voy a muerte con vos", como se escuchó del otro lado. También les suena inverosímil la versión que cuenta que el Diez le habría dicho al Jefe "si no, mandalo a dirigir a Batista". Pero tomaron nota de la reunión de dirigentes para ver qué hacían con el técnico cuando se puso a maradoniar.

Públicamente, los hombres de saco y corbata bajaban los decibeles. Noray Nakis, impulsor de Maradona e integrante de la ninguneada Comisión de Selección, les echaba la culpa a los periodistas. A las radios. Y también aparecía Bilardo por todos lados. "Yo pienso que Maradona no renuncia, no renuncia", repetía con su verba duplicada. "Le dije a Diego, le dije, despacio". Entonces contaba por tercera vez en tres días que él tuvo cuatro años y ahora quedan 14 meses por las vacaciones de los jugadores, que él echó al kinesiólogo y le llegaron cartas de varios institutos, que él sacó a un ayudante y amigo de un Juvenil. Pero en la confusión, también su postura era que Maradona eligiera a sus colaboradores.

¿Diego le pidió una tregua a Grondona para definirlo con tiempo? ¿Se subirá el sábado al avión sin ayudantes? ¿O se empacará en que es Ruggeri o nada? Por los pasillos de AFA agitan para que Grondona no le deje salir con la suya. "Se va a resolver a lo Grondona, o sea, sin Ruggeri. Era hora de que se enojara", grita alguien que ahora quiere ser escuchado. "Hay que terminar con estos métodos extorsivos", propone otro, aunque seguramente jamás se lo diga a Diego en la cara. Y hay quien también lee las cartas: "Maradona no come vidrio. Cuando Grondona le cante falta envido, él reculará para seguir en el cargo". ¿Ellos le llamarán el verbo grondoniar?

Cuando el lunes 3 se descubrió esta interna, Don Julio sugestivamente avisó en Olé que "Diego no firmó nada". No se había juntado con Claudia Villafañe, la ex esposa más cercana a su ex y quien le maneja el contrato. Recién habían pasado horas del cambio maradoniano por sentir que "Batista quiere el puesto de DT, y él necesita gente que vaya a ayudarlo". Y del enojo de Bilardo por percibir que Batista no lo quería cerca de las Juveniles. Aún estaba colgada en la web de AFA la invitación a la presentación de Diego, Checho y Tata, la querida Generación del 86.

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