13/11/08

Palacio podria volver a jugar el domingo


No ver a Palacio con la camiseta de Boca en este último semestre era una posibilidad concreta allá por julio. Lo buscaban de Italia (de hecho se rechazó una oferta millonaria de la Lazio), de España y si la propuesta seducía a Rodrigo, ya estaba tomada la decisión de venderlo. Incluso la gente, resignada, ya se imaginaba sin el muchacho de trencita con la 14 en la espalda que tantas alegrías regaló. Pero Rodrigo no se fue y pese a quedarse sólo se lo pudo ver en acción en un puñado de partidos.

Una traicionera pubialgia lo dejó out de la pretemporada (se volvió antes que el grueso de la delegación) y del 70% de los encuentros que jugó su equipo. Esa misma pubialgia que ahora parece estar dejando definitivamente atrás. Por eso, hoy, la Joya participará de la práctica formal de fútbol por primera vez en este semestre. "Hasta el momento no jugué en ninguna, sólo en los partidos", recordó.

Y si se comprueba su evolución, el domingo tendría un lugar en el banco contra Vélez después de 42 días sin jugar un partido oficial. La búsqueda del tesoro, parece, llegó a su fin. "La idea es probar, ver cómo me siento con el objetivo de estar un rato el domingo", explicó, ya con otro semblante y dejando la práctica sin hielo en la zona de la lesión. En silencio ("¿De qué voy a hablar si no juego?", gambetea), Rodrigo fue alternando mejoras y recaídas desde que debió volverse de la pretemporada en Estados Unidos.

En realidad, el problema comenzó en algunos partidos del pasado semestre y se potenció en la última fecha del Clausura, contra Tigre. "En ese partido ya me dolía y me costaba moverme, picar... insoportable", contó, marcando ese encuentro como el punto de partida de tanto sufrimiento. Clínicamente, lo suyo es una pubialgia alta, en la zona del abdomen. Y lo peor en toda esta etapa es que un día sentía dolor, al siguiente no y así sucesivamente. Por eso, a principios del campeonato, el cuerpo médico e Ischia acordaron que Rodrigo jugara sólo una vez por semana por dos motivos: por su falta de base física y por el dolor que recrudecía a las 48 horas de cada presentación.

Contra Arsenal, en las dos finales por la Recopa, cumplió sus mejores actuaciones. "Ahí me sentía bien", explicó. Y en los primeros compromisos estuvo fino para el arco: tres partidos, tres goles. Sin embargo, de a poco, la lesión volvió a molestar y su nivel fue decayendo. Eso lo afectó en lo físico (empezó a perderse entrenamientos semanales) y en lo anímico, ya que empezó a padecer el lógico bajón de alguien que no puede realizar su actividad. Para colmo, surgieron las versiones de una posible intervención quirúrgica, rápidamente descartada en las interconsultas médicas.Luego de enfrentar a Estudiantes, jugado el 5/10, se decidió pararlo. Nada de jugar hasta estar al 100% o cerca de esa plenitud. "La intención es poder contar con él, que es un jugador importantísimo para nosotros. Pero tampoco podemos apurarlo para que no reaparezca la lesión", explicó Ischia. El cuerpo médico lo ve muy bien. Ayer hizo trabajos de definición a la par del resto y no tuvo rastros de la lesión. Quizá Vélez sea el punto de partida para estar en la recta final de un semestre en el que se busca el título, en el que no jugó pese a no ser vendido. "Ojalá", deseó Rodrigo. Desea dejar de ver los partidos en la boca del túnel.

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