21/11/08

Guillermo Barros Schelotto es el mejor jugador de EEUU


El Hyatt Century Plaza de Los Angeles se encuentra en la Avenida de las Estrellas. Y la máxima estrella de la temporada de la MLS fue consagrada ayer en este impresionante hotel con la nominación al jugador más valioso del 2008, el famoso MVP. El mejor de todos es Guillermo Barros Schelotto. Y aunque a él le importe más ganar la final que el domingo su Columbus jugará ante el New York de Juan Pablo Angel, ya nadie le puede quitar este premio. "Es una satisfacción, pero lo tomo como un premio para el equipo, porque ningún jugador logra un nivel superlativo sin la ayuda del resto", contó el Mellizo, en un raid que empezó con la salida prematura de la práctica del Crew, pasó por un estudio de televisión para hacerse el anuncio en vivo para todo Estados Unidos y luego, sí, la premiación en el hotel. Ahí, además de su mujer, Matilde, y sus tres hijos (Máximo, Nicolás y Santiago), ya estaban sus padres y su hermano Gustavo, que viajaron especialmente para la ocasión.

Jugadores, entrenadores, dirigentes y periodistas votaron al Melli más que a ningún otro. Sus impresionantes números en la temporada regular (7 goles y 19 asistencias en 27 partidos) lo habían puesto en el terceto de candidatos junto a Landon Donovan, el yanquee más marketinero, compañero de Beckham en Los Angeles, y el mexicano Cuauhtémoc Blanco, de Chicago. Pero el empujón final para llevarse la distinción que, entre otros, ganaron Valderrama, el Diablo Etcheverry y el Gomito Gómez fue su actuación en los playoffs. En el camino a la final, Guille fue clave para eliminar al Kansas City del Piojo López y al Chicago Fire de Blanco.

Lo bueno en el caso del Melli es que su nominación "oficial" ha sido acompañada por la opinión del hincha. En la encuesta del sitio de la MLS, también fue elegido el MVP de la gente, con el 28% de los votos.

"Este es un premio que todos quieren ganar -explica Guille-, si durante el año tenés un buen partido, los compañeros te dicen 'jugaste para MVP'. Acá casi no importa ser goleador, sino ser el mejor jugador. Es como en el básquet".

Mientras muchos pensaban que Guillermo viajaba a Estados Unidos a gozar de un retiro dorado, él ha hecho de esta aventura en la MLS un capítulo más de éxito en su carrera. Por un lado, salarialmente no es "jugador franquicia" y de hecho gana menos que en Boca. Y lo que él logró fue potenciar a un equipo que no es de los más grandes de la liga y al que metió por primera vez en la final. Arribado en abril del año pasado, sin pretemporada con sus compañeros ni adaptación a la MLS, se las arregló para convertirse en el mejor de Columbus y ser elegido en el XI ideal del 2007. Y ya para esta temporada, aclimatado y transformado en el líder futbolístico y espiritual del equipo, los resultados están a la vista, con la mejor campaña en la historia de la franquicia. El domingo, en el Home Depot Center, va por el 19° título de su carrera. ¿Hace falta explicar por qué es una estrella?

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