6/11/08

Sos optimista?

-Sí. Vamos a pasar.

No era fácil encontrar motivos para pensar en positivo. Casi en penumbras, en el lobby del hotel Intercontinental todavía había electricistas tratando de reparar los daños que ocasionó el apagón que se vivió en Guadalajara el martes por la noche. Encima, en todos los plasmas del lugar las imágenes repetían el accidente aéreo en el que murió el secretario de Gobierno de México y otras siete personas en el DF. Sin embargo, como desde que llegó a Guadalajara, Diego Simeone sonrió. Y antes de meterse en el salón Scorpio para desayunar, insistió. "Vamos a pasar". Tres palabras que resumen su optimismo. Y también su tranquilidad. Porque si bien en su cabeza aún retumba el "si no ganan la Copa, qué quilombo se va armar" con que los hinchas los despidieron de Buenos Aires, el Cholo está convencido de que River todavía puede. 'Qué puede? Ah, ésa es la cuestión. Porque a pesar de que el pase a las semifinales, hazaña mediante, provocaría una resurrección, la eliminación podría ser el punto final para el técnico, varios jugadores y gran parte del crédito que les queda a los dirigentes. Por eso, esta noche, ante Chivas, River juega por mucho más que seguir en la Sudamericana.

A diferencia de la imagen que dejaron en BA, tanto el plantel como el cuerpo técnico no llegan entregados. Sí, dolidos y con deseos de salir de la mala. Simeone lo comprobó en el día a día. Y hasta hubo gestos públicos de algunos players que lo motivaron. 'Un ejemplo? "Nosotros jugamos por River. Es muy grande. 'Sabés lo que significa llevar ésto en la camiseta?", dijo (y repitió no menos de cuatro veces) Gustavo Cabral mientras se agarraba el escudo de River que tenía en su remera. Gestos que para el Cholo son importantísimos. Como que José María Aguilar y Mario Israel llegaran para contener al equipo. Esto último motivó que Simeone, el miércoles por la noche, en una ronda de café, dejara de hablar de la asunción de Diego Maradona en la Selección para confirmarle al presidente que pase lo que pase ante Chivas, el domingo estará en el banco para dirigir al equipo frente a Huracán.

Ahora, si Simeone podrá cumplir con su deseo ya es otro tema. Aunque los directivos siguen esperando que acepte firmar la renovación de su contrato y él no se piense ir al menos hasta que termine el actual vínculo, nadie puede afirmar que el Cholo va a seguir si hoy queda eliminado de manera catastrófica. Jugar el domingo en el Monumental, con los hinchas fuera de sí, es un escenario que nadie quiere volver a ver. Y más porque si bien Simeone tenía razón al afirmar en Del Plata que "venir a México sirvió par abstraernos del momento que se vivía en la Argentina", en Núñez saben que ya no habrá más "acontecimientos" (la designación de Maradona, el fallecimiento de Pompilio, las elecciones en EEUU...) que sigan dejando en un segundo plano que el equipo está último en el torneo local, rompiendo récords negativos y, en el peor de los casos, con un nuevo fracaso internacional sobre el lomo. Todos son conscientes de que hoy, River se juega el futuro.

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