-¿Esperaste para decir que sí porque era de él, Masche?
-Pupi sabe el respeto que le tengo a la gente que me ayudó cuando llegué acá. Tanto el Ratón (Ayala), como él, el Gringo (Heinze)... Nos ayudaron mucho a los chicos. Sería injusto no recordarlo. Siempre digo que cuando a uno las cosas le van bien es muy fácil perder la cabeza. En mi caso trato de mantener los pies sobre la tierra y recordar a los que me ayudaron. Te puede ir bien o no, pero lo que queda es la persona. No sirve ser un gran jugador si afuera de la cancha sos una mierda.
-¿Es difícil ser cauto si el que te lo pide Diego?
-Va más allá de eso. Hay que ser agradecido y tener respeto. Sé lo difícil que es jugar en la Selección y Pupi tiene 127 partidos. Hay que sobresaltar eso, 14 años en la Selección. Lo hablé con él y le dije mi sentir, que es lo mismo que le dije a la prensa. No soy hipócrita. La capitanía es un detalle. El tendrá el mismo rol porque es una persona muy querida, y yo lo mismo. No cambia nada, simplemente hay un técnico que ahora se decidió por mí.
-¿Te duele menos que sea él el elegido, Pupi?
-No es fácil ser el capitán de la Selección. Lo vi crecer, por eso me pone muy feliz, sé la clase de persona que es. Va a ser un gran capitán para todos.
-¿Qué le dijiste además de desearle suerte?
-Que disfrute, que a mí me quedan pocos cartuchos, ja. Es hermoso ser el capitán. El se lo ganó, se lo tiene merecido. Yo no tengo ningún problema, al contrario. Lo hablamos acá, pudo haber sido por teléfono y era lo mismo. Mi compromiso será el de siempre.
-¿Hay que gritar mucho, Masche?
-Ja, ja. No, estoy disfónico por el frío de Escocia. Muchas veces se sobredimensiona la palabra capitán. En un grupo hay varias personas que llevan adelante todo, no uno solo. Lo hablamos con Pupi, algo que necesitaba. Cada uno seguirá con el mismo rol. Por suerte en esta Selección hace muchos años que nos llevamos muy bien.
-Suena fuerte porque te eligió justo Diego...
-Tampoco estamos hablando de la banda presidencial. No hagamos de esto un mundo. Acá cada uno es importante y sabe lo que debe hacer. No hace falta que yo le diga a mis compañeros lo que tienen que hacer, por algo triunfan en sus equipos. En este grupo, si hay algo que valorar de todos los capitanes es que cada uno tuvo derecho a opinar. Chicos o no, nos escuchaban. Y seguirá así... Hasta me pone incómodo hablar de esto.
-¿Qué te dijo Diego a vos, Pupi?
-Con Diego aún no hablé de este tema, la verdad. No sé si vale la pena, porque él fue muy claro. Cada DT tiene su capitán, yo por esto no me voy a sentir más o menos importante. No estoy en la Selección porque destapé una Coca Coca y me gané un concurso.
-Pupi sabe el respeto que le tengo a la gente que me ayudó cuando llegué acá. Tanto el Ratón (Ayala), como él, el Gringo (Heinze)... Nos ayudaron mucho a los chicos. Sería injusto no recordarlo. Siempre digo que cuando a uno las cosas le van bien es muy fácil perder la cabeza. En mi caso trato de mantener los pies sobre la tierra y recordar a los que me ayudaron. Te puede ir bien o no, pero lo que queda es la persona. No sirve ser un gran jugador si afuera de la cancha sos una mierda.
-¿Es difícil ser cauto si el que te lo pide Diego?
-Va más allá de eso. Hay que ser agradecido y tener respeto. Sé lo difícil que es jugar en la Selección y Pupi tiene 127 partidos. Hay que sobresaltar eso, 14 años en la Selección. Lo hablé con él y le dije mi sentir, que es lo mismo que le dije a la prensa. No soy hipócrita. La capitanía es un detalle. El tendrá el mismo rol porque es una persona muy querida, y yo lo mismo. No cambia nada, simplemente hay un técnico que ahora se decidió por mí.
-¿Te duele menos que sea él el elegido, Pupi?
-No es fácil ser el capitán de la Selección. Lo vi crecer, por eso me pone muy feliz, sé la clase de persona que es. Va a ser un gran capitán para todos.
-¿Qué le dijiste además de desearle suerte?
-Que disfrute, que a mí me quedan pocos cartuchos, ja. Es hermoso ser el capitán. El se lo ganó, se lo tiene merecido. Yo no tengo ningún problema, al contrario. Lo hablamos acá, pudo haber sido por teléfono y era lo mismo. Mi compromiso será el de siempre.
-¿Hay que gritar mucho, Masche?
-Ja, ja. No, estoy disfónico por el frío de Escocia. Muchas veces se sobredimensiona la palabra capitán. En un grupo hay varias personas que llevan adelante todo, no uno solo. Lo hablamos con Pupi, algo que necesitaba. Cada uno seguirá con el mismo rol. Por suerte en esta Selección hace muchos años que nos llevamos muy bien.
-Suena fuerte porque te eligió justo Diego...
-Tampoco estamos hablando de la banda presidencial. No hagamos de esto un mundo. Acá cada uno es importante y sabe lo que debe hacer. No hace falta que yo le diga a mis compañeros lo que tienen que hacer, por algo triunfan en sus equipos. En este grupo, si hay algo que valorar de todos los capitanes es que cada uno tuvo derecho a opinar. Chicos o no, nos escuchaban. Y seguirá así... Hasta me pone incómodo hablar de esto.
-¿Qué te dijo Diego a vos, Pupi?
-Con Diego aún no hablé de este tema, la verdad. No sé si vale la pena, porque él fue muy claro. Cada DT tiene su capitán, yo por esto no me voy a sentir más o menos importante. No estoy en la Selección porque destapé una Coca Coca y me gané un concurso.
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