27/10/08

Boca 2 Central 1


La puerta de la antesala del vestuario local se abre voluntaria o involuntariamente. Y lo que no se ve, se escucha. Es un grito de gol, con ganas, con furia. Y no es de Boca, no. El 2-1 a Central ya está escrito. El gol es de Racing, es el segundo de Racing. Pero en la Bombonera, en las entrañas de un plantel que en la semana deseó, imaginó y pronosticó que eso, aquello, podía suceder, se festeja como propio. Y hasta se blanquea, se hace público sin reservas. Sí, Boca puede.

Es así, nomás. De repente, la bolsa de puntos del líder se derrumba y el vestuario local de la Bombonera se sacude, se entusiasma. El gol de Gaitán, a esa altura, se revaloriza, trepa a su precio más alto. Boca puede. Lo dice el triunfo agónico que se acaba de conseguir, pero lo transmite, más que nada, el televisor que trae las imágenes de Avellaneda. Algunos jugadores demoran el baño para seguirlas. Otros intentan no perder el audio desde la ducha. Los demás ya se están cambiando. Pero todos se toman esos cinco minutos de felicidad. Todos, en definitiva, están pendientes de esa TV interna, del triunfo de Racing o, mejor dicho, de lo que les importa: la señal de que, más que nunca, el equipo corre firme por el título.

Si antes de esta fecha muchos jugadores ya confiaban en darle alcance a San Lorenzo, después de ayer no habrá quien los frene en esa sensación que, a los 40 minutos del segundo tiempo ante Central, parecía lejana, herida de muerte. Pero sólo el fútbol es capaz de enterrar y resucitar las ilusiones en cuestión de minutos. Así, en un ratito, Boca pasó de estar a siete de diferencia con posibilidades de quedar a diez (si San Lorenzo luego ganaba), a quedar a sólo cinco (tras el gol de Gaitán y el 2-1 de Racing) y con chances de descuento directo para el próximo domingo: después de la fecha de entresemana, será nada menos que el equipo de Russo el que visite la Bombonera. Traigan asientos, balcones alquilados para ese partido sobran...

"Nosotros ahora tenemos que seguir metiendo presión y esperar que San Lorenzo siga perdiendo puntos. Cumplimos con la parte que nos toca y ahora hay que repetir ante Banfield", dijo ayer Vargas. No fue el único. "Esta vez San Lorenzo jugó sabiendo nuestro resultado. Y eso por ahí pesó. Vamos a dar pelea hasta el final", reflexionó Battaglia. Boca se sabe sin margen de error. Pero desde ayer, además, se sabe candidato.

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