Un profundo sentimiento de tristeza invadió al fútbol argentino. Pedro Pompilio, presidente de Boca, murió esta mañana a causa de un paro cardíaco. Tenía 55 años y había asumido en diciembre del año pasado, aunque su trayectoria como dirigente se remontaba a la década del ochenta.
Desde 1995 hasta 2007, Pompilio fue vicepresidente de la institución, durante la gestión de Mauricio Macri. Y también era vicepresidente segundo de la AFA. "No puedo hablar. Era un hijo para mí. Lo vi nacer. Tuvo luchas bravas, él estaba sobreviviendo en un club como Boca, que no es fácil'', dijo llorando Julio Grondona, en declaraciones a Radio Del Plata.
En tanto, Antonio Alegre, presidente de Boca entre 1985 y 1995, también manifestó su consternación. "Tengo un disgusto encima, una tristeza, una amargura, porque era una persona excelente... Yo era feliz con que él sea presidente de Boca. El daba todo por el club, tenía una línea de conducta extraordinaria. Era un señor en todo aspecto".
Pompilio estaba casado y tenía dos hijos. Su familia y Boca eran sus dos grandes pasiones. Al club llegaba bien temprano y se retiraba muy tarde, pese a que además era dueño de una fábrica de papel. Durante su corta gestión como presidente tomó la decisión de repatriar a Riquelme, en una transferencia millonaria. Y en las últimas semanas tuvo que lidiar con la difícil situación interna que vivió el plantel de Boca. Dio la cara siempre, para defender a Román y también para intentar calmar las aguas. Su próximo objetivo era remodelar la Bombonera y así terminar con el problema de la escasez de entradas. Se fue Pompilio, lo llora todo el fútbol argentino.
Desde 1995 hasta 2007, Pompilio fue vicepresidente de la institución, durante la gestión de Mauricio Macri. Y también era vicepresidente segundo de la AFA. "No puedo hablar. Era un hijo para mí. Lo vi nacer. Tuvo luchas bravas, él estaba sobreviviendo en un club como Boca, que no es fácil'', dijo llorando Julio Grondona, en declaraciones a Radio Del Plata.
En tanto, Antonio Alegre, presidente de Boca entre 1985 y 1995, también manifestó su consternación. "Tengo un disgusto encima, una tristeza, una amargura, porque era una persona excelente... Yo era feliz con que él sea presidente de Boca. El daba todo por el club, tenía una línea de conducta extraordinaria. Era un señor en todo aspecto".
Pompilio estaba casado y tenía dos hijos. Su familia y Boca eran sus dos grandes pasiones. Al club llegaba bien temprano y se retiraba muy tarde, pese a que además era dueño de una fábrica de papel. Durante su corta gestión como presidente tomó la decisión de repatriar a Riquelme, en una transferencia millonaria. Y en las últimas semanas tuvo que lidiar con la difícil situación interna que vivió el plantel de Boca. Dio la cara siempre, para defender a Román y también para intentar calmar las aguas. Su próximo objetivo era remodelar la Bombonera y así terminar con el problema de la escasez de entradas. Se fue Pompilio, lo llora todo el fútbol argentino.
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