Qué pasa si no le gana a Uruguay y pierde con Chile? La idea parece ir a contrapelo de la historia moderna de la Selección, en la que los contratos de los entrenadores se respetan. Pero siete partidos oficiales sin triunfos generarían un clima... Más allá de que Grondona nunca apretaría el botón de eyectar, tal abstinencia provocaría presión suficiente como para terminar el segundo ciclo de Alfio Basile. Por eso, aunque oficialmente nadie contemple ni chance de despido o renuncia, el DT se la juega en estos partidos.
No ha sido fácil este tránsito de la Eliminatoria, ni siquiera el arranque triunfal con Chile y Venezuela. El 2-0 contra la Roja, un año atrás, mostró a Basile y su cuerpo técnico demasiado preocupados por el qué dirán. Como si el perfil trabajador del Loco fuese un karma difícil de sobrellevar, hubo gestos fuera del lugar en pleno Monumental y un exagerado empeño por resaltar que los videos, los informes y la táctica sí son parte del mundo Basile. De ahí al "vos sos contra mío" a Román Iucht en Maracaibo transcurrieron 72 horas. Y esa clasificación del periodismo entre contreras y gomías continuó con otros episodios poco agradables. La trayectoria de Basile, lo que ha sido para el fútbol argentino como jugador y entrenador, debería ponerlo por encima de ese juego. Claro que no todo se limita a una relación antipática con parte de la prensa.
Los buenos resultados faltan y no por escasa suerte. La conjunción de esfuerzos y fútbol de varios de los mejores jugadores del planeta no alcanza para derrotar a Brasil ni tampoco a un Perú B. Y a la par del juego poco convincente alarma la falta de autocrítica del Coco, que cuando reduce su análisis a "rachas", parece ser el más contrera de todos sus detractores...
Los partidos con Paraguay y los peruanos no sólo llevaron a cinco juegos la anemia de victorias oficiales, sino que instalaron la idea de que la solidez de Basile en el cargo está muy lejos de aquélla con la que arribó desde Boca. Con el derecho que le asiste ser el hijo del DT y fiel lector de Olé, Alfito Basile envió una carta disgustado por el trato recibido. Cuatro días más tarde, Grondona citó a su viejo para saber qué pasaba. Julio preguntó, escuchó y sugirió cambios...
Al presidente le preocupan los cortocircuitos con algunos jugadores. La roja de Tevez y la salida de Heinze frente a Paraguay, el festejo de Gago con el Sonri suplente en Lima... Las propias palabras de Carlitos, que con naturalidad contó que le aclaró al Coco que los jugadores no querían voltearlo. La misma naturalidad con la que un recién llegado Messi contesta ante la pregunta de si la continuidad del DT se juega en estos partidos...
Si el jueves 16 Basile no está más en la Selección, será por su decisión. Aunque a él, el que batalló contra los escoceses del Celtic, el que ganó los dos últimos títulos de la Mayor, no le cerraría bajarse, todo este cóctel con el que debe convivir lo hace analizar esa posibilidad. El último ingrediente llegó desde China, donde Batista se convirtió, no sólo en un técnico ganador, sino en uno que logró la convivencia Messi-Riquelme, ergo, en un candidato...
Mientras el rumor de que no hablará con los medios en la previa de Uruguay corrió por las redacciones, el Coco se apresta para otra batalla. Con su líder Riquelme herido por tanto trajín. Con una apuesta fuerte al medio local. Con el orgullo en juego para evitar llegar al año sin triunfos oficiales. Basile va a jugársela, vaya ironía, a la misma tierra donde hace 17 años consiguió su mayor éxito como entrenador.
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