Habla poco, pero cuando abre la boca se hace escuchar. Oscar Ahumada es tan frontal, espontáneo y sincero que, en el ambiente hipócrita y cauteloso del fútbol, sus palabras suelen hacer ruido. Mucho ruido.
-El mensaje de los hinchas de River en La Plata fue claro: "Hay que ganarle a Boca".
-Es la realidad. Nosotros pensamos exactamente igual que la gente. Sabemos que en el torneo estamos lejos y lo que nos queda es ganarle a Boca.
-¿Es el triunfo que más se disfruta en River?
-Sí, más allá de cuando ganás un campeonato, el triunfo que más se disfruta, lejos, es cuando le ganás a Boca. Es algo espectacular. Es lindo porque es un mano a mano entre los dos equipos y te sacás chispas adentro de la cancha. Por eso es tan especial.
-¿Y cuándo perdés?
-Te querés matar... No te querés ni asomar a ningún lado porque te putean de todos lados o te cargan. Además te vienen todo el tiempo a la cabeza las jugadas del partido... Las analizás, las pensás mil veces Es lo peor...
-Seguro que en esa situación los hinchas de Boca te cargan, te llaman, te mandan mensajes... ¿Pero qué pasa cuando gana River?
-¡Desaparecen! Yo tengo un par de amigos hinchas de Boca y cuando ganan se agrandan, pero cuando pierden ni aparecen, ni llaman, nada, je.
Si bien estas palabras forman parte del llamado folclore del fútbol, pocas veces son pronunciadas por un futbolista. Tampoco parece responder a una actitud "tribunera" ni premeditada de Ahumada. Es más, hasta lo mencionó en forma de broma. Incluso, el rubio no tenía pensado hablar. Se había sentado en el asiento de acompañante de la camioneta de Facundo Quiroga, pero como el defensor tardaba el 5 aceptó la invitación de los pocos periodistas que quedaban en ese momento en el predio de Ezeiza. Y lo que dijo le salió con la misma espontaneidad que las fortísimas frases que lo enfrentaron con la hinchada de River hace 147 días
El 14 de mayo, decir lo que sentía le costó muy caro al volante central de River. Esa famosa frase del silencio atroz en el Monumental en la eliminación de la Libertadores ante San Lorenzo y la comparación con los hinchas de Boca, a Ahumada casi le cuesta la permanencia en el club donde se crió como persona y como futbolista. Acorde con su fuerte personalidad, se enojó al escuchar por TV a un fana millonario que decía que los jugadores de Boca tenían huevos y los de River no. Sin medir las consecuencias, Ahumada contestó públicamente y provocó un revuelo histórico porque hirió el sentimiento más profundo de los hinchas: "Cuando San Lorenzo nos hizo el 2-1 el estadio se enmudeció, hubo un silencio atroz. Y yo jugué en la cancha de Boca, ganando 2-0, y la gente de ellos se nos caía encima", dijo una semana después de la fatídica noche ante el Ciclón. Ahora, también sin filtro pero con mucho más oportunismo, Oscar marcó que el hincha de Boca no es tan incondicional como indica su fama y deschavó a sus amigos bosteros como ejemplo. Aunque sólo contó una situación cotidiana que le tocó vivir después del clásico oficial que festejó (jugó cuatro y está invicto), luego lo minimizó su broma. "Más allá de eso, para nosotros siempre es importante ganarle a Boca. Ojalá lo logremos esta vez".
-¿Ganándole el clásico salvarían un torneo en el que ya no tienen chances de pelear por el título?
-Sí, porque al ganar un clásico se tranquilizan muchas cosas. Y ganar ese partido es el segundo objetivo que uno se plantea cada vez que arranca un torneo: el primero es salir campeón y después ganarle a Boca. Por eso sería muy importante para nosotros conseguir un triunfo.
-¿El presente de River le suma aún más valor al superclásico?
-Sí, por cómo estamos nosotros y por cómo viene Boca. Para ellos sería un golpe más grande si le ganamos, porque vienen mal y no podrían levantar... Así, el campeonato se le hará más fácil a San Lorenzo. Pero nosotros tenemos que ganar el clásico... Por nosotros y para darle una gran alegría a la gente.
Así como hace casi cinco meses los hizo enfurecer con sus declaraciones, ahora Ahumada les saca una sonrisa a los hinchas de River. Claro que para que la felicidad sea completa, aún falta lo más importante: una victoria el domingo 19. "No creo en las coincidencias, pero si hace justo un año (hoy) que le ganamos 2-0, voy a empezar a creer, ja".
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