A los que entiendan el momento", prometió poner Diego Simeone para recibir a las Chivas. 'Son estos 11 que eligió los que entendieron? 'O "es lo que hay", como dice puertas adentro el DT? 'Sólo Ahumada y Salcedo no lo entendieron? 'O decidió darle una segunda oportunidad a la mayoría y que se salven los que entiendan?
Preguntas que se quedan sin respuestas al menos hasta que el Cholo vuelva a la misma sala de conferencias donde tiró la frase y se fue a lo Ramón, con un "chau, hasta luego". A pesar del mensaje directo para su plantel, el técnico no cortó cabezas y saldrá a jugarse la Copa y su futuro de la mano de casi los mismos futbolistas que no le respondieron en el superclásico. Es más, hasta se repite nueve titulares del equipo que pasó vergüenza frente a San Lorenzo cuando fue eliminado de la Libertadores: sólo faltan Carrizo y Ahumada.
El cuerpo técnico y el plantel llegan golpeados y distantes a este inicio de los cuartos de final de la Sudamericana. La derrota superclásica pegó fuerte --más por la falta de reacción de los futbolistas que por el resultado-- y provocó que Simeone no hablara con sus hombres ni el domingo ni el lunes. Recién ayer volvieron a estar cara a cara y el clima no fue el mejor. La tormenta matutina obligó a cambiar los planes, la práctica se postergó para la tarde y el Cholo aprovechó para mostrar videos de las Chivas. Pero... "Los jugadores estaban como aturdidos, algunos hasta bostezaban", cuentan desde la concentración del Monumental.
'Cómo hay que interpretar que sólo salgan Salcedo y Ahumada? Lo del paraguayo estaba cantado porque en la Copa juega Abreu. Lo del volante central se puede justificar con la rotación con Ponzio, aunque ya fue llamativo que lo haya sacado en el final del superclásico. 'Pero que siga Tuzzio, por poner el ejemplo más claro de los que vienen fallando en continuado, cómo se entiende? Tal vez la explicación esté en el mensaje que el técnico le dio a sus jugadores luego del papelón ante San Lorenzo: "Esta me la como yo, me hago cargo y quedo como el primer cagón. Ahora hablen entre ustedes y fíjense cómo salen de esto". Aquella vez les dio una nueva oportunidad y les pasó la responsabilidad. Hoy la situación parece repetirse. Deja todo en manos de los que entran a la cancha, aunque confianza no sea lo que le sobra. "Que Dios nos ayude --rogó un allegado al Cholo--. Y si Dios no nos ayuda, fue un placer".
El antecedente post eliminación de la Libertadores sirve para recordar que Simeone no es de cortar cabezas. Aquella vez, tres días después del papelón, sólo castigó a Ahumada por la tonta expulsión en la Copa y en 45 minutos lo perdonó (en el entretiempo lo puso por Ponzio). Los otros dos cambios que realizó fueron obligados: Tuzzio afuera por un golpe y Falcao, por acumulación de amarillas. Después, jugaron los mismos. La única vez que sí sacudió la formación fue en Tucumán (de golpe aparecieron Gerlo, Merlo, Galmarini y Mauro Díaz), pero se comió otra derrota de las que agrandan la historia negra.
Esta tarde apostará a los jugadores que siente ya le fallaron para empezar la serie contra un equipo que se agranda de visitante: eliminó a Aragua de Venezuela y a Paranaense ganándoles afuera y empatando en México. Habrá que ver si entendieron el momento para poder salvarse del incendio que empezó el domingo. Llamas que no sólo pueden marcar el final de los ciclos de varios futbolistas; si se agigantan también se llevarán al técnico. Con el sistema a punto de caerse, River mira el reloj hasta última hora mientras espera las respuestas de sus entendidos y no sabe si algún día llegarán.
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