14/10/08

Futbolista Cubano escapa de un entrenamiento en EEUU

La historia de Reinier Alcántara llegó a las principales portadas de los diarios norteamericanos. Fue el pasado jueves cuando el futbolista, que se encontraba en los Estados Unidos junto a la selección de su país, Cuba, decidió que no volvería nunca más a la Isla, escapando del predio en el que se encontraba su equipo.

El deportista logró desbaratar el gran operativo de seguridad dispuesto para evitar, justamente, este tipo de incidentes, sobre todo luego de la deserción de siete miembros del equipo cubano Sub-23 en Tampa, en marzo pasado.

Las líneas telefónicas en las habitaciones de los jugadores en el Hotel Doubletree fueron desconectadas, sus pasaportes y visas fueron guardados por un funcionario en cuanto llegaron a la capital de los Estados Unidos y los entrenadores no les perdían pie ni pisada, indica El Nuevo Herald.

Nada de eso detuvo el deseo de Alcántara, quien el jueves, luego de un entrenamiento previo al choque correspondiente a las Eliminatorias de la CONCACAF, aprovechó la distracción de los entrenadores, se levantó y escapó por una puerta de servicio del hotel.

Una vez en la calle, paró un taxi y le ordenó al conductor que lo llevara lejos. "Vaya lejos, lejos, lejos'', fueron sus palabras. Así fue que, antes de detenerse en McDonald's donde tomaría su primera comida, le pidió al taxista que le prestara su teléfono celular para hacer una llamada.

Se comunicó con un amigo de Nueva Jersey, le dijo dónde estaba y el amigo vino en auto a buscarlo. "El viernes por la mañana, Alcántara se reunió con otro amigo, que lo llevó a comprar comida, ropa y artículos de aseo, y se lo llevó a su casa en Atlanta, donde pedirá asilo oficialmente y comenzará su nueva vida", prosigue el relato.

Su equipo sufrió un duro golpe ese mismo sábado: perdió 6-1 con el seleccionado de los Estados Unidos. Luego de aclarar que se sentía mal por sus compañeros, confesó: "Yo quiero a mi equipo, pero esta es mi vida, y mi futuro, y yo tenía que hacer esto''.

Alcántara, de 26 años, escapó sin avisarles a sus padres, quienes se enteraron días después, porque encima no tienen teléfono en Cuba. "Estoy seguro que mis padres están desolados por mi decisión, pero con el tiempo se darán cuenta de que esto es lo mejor que podía hacer'', dijo.

"He estado soñando con esto mucho, mucho tiempo, y tenía que esperar la oportunidad adecuada. Fue una decisión que me dio mucho miedo, y yo estaba muy nervioso esa primera noche, pero gracias al apoyo de mis amigos, y de tanta gente buena en este país, me siento mucho más tranquilo'', agregó luego.

A la hora de explicar el motivo de su decisión, el futbolista explicó que su vecindario fue devastado por los recientes huracanes, y que la ayuda del gobierno cubano nunca llegó.

"Para mí no hay futuro en Cuba, ni esperanza. Allá se puede soñar, pero los sueños no se pueden hacer realidad. Es un callejón sin salida para los deportistas, y lo mismo para las personas de todas las profesiones. Escuchas promesas, pero nunca se cumplen. Aquí, tú sueñas y, si te esfuerzas lo suficiente, tus sueños se puede cumplir'', describió.

Su sueño ahora es convertirse en futbolista profesional, y se ilusiona con que, "por primera vez", el "futuro será luminoso".

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